El dia de hoy queremos comenzar haciendo dos preguntas:
 

• ¿Conoce a alguien que le pueda asegurar que nunca ha tenido problemas en la vida?
• ¿Conoce a alguien que haya tomado una decisión que usted quisiera nunca tomar?

 
Son pocos los momentos que podamos enumerar como de plena felicidad, la vida puede llegar a ser muy complicada, en ocasiones necesitaremos ayuda y es sabio pedirla.
 
La cuestión en este punto es ¿dónde podemos encontrar la ayuda que necesitamos? Para contestar esto es necesario comprender claramente los “síntomas” de nuestro problema. Podemos dar por adelantada la respuesta principal y es pedir ayuda a Dios claro que sí pero se dice que la forma en que se acerca y trabaja en nosotros puede llegar a ser misteriosa. Veamos el siguiente versículo:
 
Eclesiastés 11:5 Dios Habla Hoy (DHH)
5 Así como no sabes por dónde va el viento, ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, tampoco sabes nada de lo que hace Dios, creador de todas las cosas.
 
Lo que entonces queremos dar a entender con el versículo anterior es que la intervención de Dios en nuestra vida puede ser a través de un claro milagro donde se solucionan nuestras problemáticas de manera sobrenatural pero también si a nuestro Señor le place y es su voluntad podrá usar médicos no creyentes para atender tu enfermedad, tu patrón te dará un ascenso y él no sabrá que Dios lo está usando y así tantas cosas pueden ocurrir pero no estar ligadas directamente.
 
Confiar en Dios y pedirle en oración es lo primero que tenemos que hacer todos los creyentes ante cualquier adversidad luego con sabiduría organizar nuestras ideas para comprender de dónde proviene nuestro problema, nombraremos tres siendo que a usted se le podrían ocurrir otras más:
 

• Nuestro cuerpo como origen de los problemas (Salud).
• La gente con que nos llegamos a relacionar (Social).
• Nosotros por las ideas que nos permitimos (Ego).

 
En los tres anteriores puntos nos limitaremos a señalar que guardan relación con algún tipo de desorden y dentro de lo que puede cada punto englobar la solución no siempre es sencilla. En la salud no bastará con comer sanamente, existen por ejemplo padecimientos congénitos. En lo social no bastará con alejarse de personas tóxicas, estas podrán llegar a tocar a tu puerta. En el “Ego” no bastará con visitar a un especialista en comportamiento humano, existen muchos factores que intervienen como problemas de neurotransmisores.

Además, ya hemos dicho antes que para el creyente hay la posibilidad de milagros pero ahora vamos a insistir por esta ocasión que Dios nos ha puesto en un mundo físico que no es sobrenatural y usualmente la respuesta se encontrará de parte de Dios actuando en lo no sobrenatural.
 
En lo sobrenatural podemos decir que los problemas del alma encontrarán solución (perdón, miedos, dolor, ofensa) y esto no está relacionado del todo con nuestros pensamientos aunque de ser necesario lo invitamos a no descartar al médico correspondiente por el cual Dios mismo puede actuar. Bajo circunstancias muy específicas por ejemplo la depresión no se cura con “ponerle ganas” o solo orar, probablemente Dios quiera que te acerques a un especialista.
 
Lo invitamos a hacer la lectura correspondiente a esta predicación Salmos 121:1-8 para comprender mejor el resumen de esta temática compleja. Mientras veamos dos de los versículos:
 
Salmos 121:1-2 Palabra de Dios para Todos (PDT)
1 Miro a lo alto de las montañas en busca de ayuda, ¿de dónde vendrá mi ayuda? 2 Mi ayuda vendrá del SEÑOR, el creador del cielo y de la tierra.
 
Desde aquí oramos para que la fe no llegue a faltar en ningún momento de su vida y con convicción en medio de la incertidumbre usted como yo lleguemos a clamar “Mi ayuda vendrá del SEÑOR, el creador del cielo y de la tierra.”. Aquí nos vemos la siguiente semana, hasta pronto.