Para alcanzar la salvación: notas de predicación.

domingo, 23 de febrero de 2025


Muchas preguntas acerca de lo que ocurre en nuestra vida podemos responderlas y, con el paso del tiempo, cambiar de opinión. Pero hay otras que requieren una respuesta única. Empecemos por esto que mencionamos: mientras que podemos cambiar de profesión, mudarnos de casa, escoger otros gustos musicales y así más cosas, pensemos en situaciones en las que ocurren menos cambios.
  • No cambiamos de padres.
  • No cambiamos de hijos.
  • ...
Algunas preguntas personales se responden de acuerdo al contexto en el que nos encontremos, como el hambre, la frustración, el enojo, las deudas; y entonces podemos evadir la respuesta o aceptar que no tenemos solución para cada problema que nos acontece. Seguramente, en ocasiones, hemos encontrado respuestas a través del consejo de un hermano, un amigo, el cónyuge o un desconocido. Algunos piensan que quienes buscan a Cristo es porque han agotado toda oportunidad de lograr, por sí mismos, responder con una solución los problemas más profundos de su existencia.

Nos encontramos, en este momento, hablando mucho de preguntas y respuestas, cuando, en realidad, también en ocasiones dejamos que otras personas respondan por nosotros. En las próximas semanas, como cada año, estaremos tratando las temáticas de la Semana Santa, y gran parte del mundo creyente se cuestiona situaciones y toma este tiempo para realizar una reflexión interior. Estaremos hablando de cómo fueron los hechos de la aprehensión de Jesús (Mateo 27:1-31), pero por el momento queremos recordar cierta pregunta que allí aparece. Veamos el siguiente versículo:

Mateo 27:22 Dios Habla Hoy (DHH)
22 Pilato les preguntó: —¿Y qué voy a hacer con Jesús, el que llaman el Mesías? Todos contestaron: —¡Crucifícalo!


La historia en la que aparece el anterior versículo es bastante conocida y ha sido llevada multitud de veces al teatro o al cine; hablaremos de esto en otra ocasión, pero algo que continuamente nos recuerda tal acontecimiento es la falta de control que llegamos a tener para responder cuando nos vemos presionados, o nuestra indecisión para responder haciendo lo correcto.

Pilato fue un personaje que no pasó a la historia por sus grandes hazañas en la política o como alguien de gran caridad. Lo conocemos por ser alguien que no supo responder ante Jesús, y no debemos confundirnos con lo contrario: quien tiene a Dios en su vida no puede actuar de manera neutra. El creyente siempre se va a involucrar en hacer lo justo. Cada acontecimiento que va en nuestras vidas nos da la oportunidad para actuar correctamente, y somos nosotros, con la capacidad libre que Dios nos dio para escoger, quienes decidimos hacia dónde ir. Recordemos el siguiente versículo:

Apocalipsis 20:12 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

 
Las Escrituras nos hablan de algún tipo de libro donde se registran, para toda la humanidad, sus obras, y hay preguntas que no necesitamos hacer a nadie, pues solo depende de nosotros responder correctamente. No hay a quién responsabilizar, “lavarnos las manos” no nos quita ninguna culpa (Mateo 27:24).

Solo hay una respuesta que nos llevará a vivir en la eternidad al lado de nuestro Señor (Romanos 10:10). Responder correctamente nos quitará muchas complicaciones con respecto a cómo entendemos a la iglesia actual y si nuestra manera de actuar es religiosa. Todo lo demás que respondamos en esta vida es cuestión que durará por un corto tiempo. En este momento es posible que usted conozca más acerca de Jesús que lo que sabía Pilato. ¿Podrá responder qué va a hacer con el que llaman el Mesías?

Romanos 10:10 Dios Habla Hoy (DHH)
10 Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se reconoce a Jesucristo para alcanzar la salvación.
 
 

Buscar un tema

Entradas populares

2 Corintios 4:7 (TLA)

Tenemos este tesoro en vasijas de barro para demostrar que este extraordinario poder que obra en nuestra vida no viene de nosotros, sino de Dios.

Redes sociales

Enlace para tu celular