Clamor del hombre honrado, notas de predicación
domingo, 2 de febrero de 2025
En algún momento, los problemas entrarán a nuestra vida aunque no los invitemos a pasar bajo nuestro techo. A pesar de que estemos preparados para muchas contingencias en lo material, esto no evitará que nos encontremos con situaciones que simplemente no sabemos cómo manejar. Es entonces cuando quizás busquemos ayuda. ¿Pero quién nos ayudará?
La lista de problemas la podemos continuar, y en cada caso nos encontraremos con un límite en lo que podemos solucionar. Cuando esto ocurre, puede venir a nosotros la resignación o convertirse en un miedo que se apodere de nuestros sueños por las noches. ¿Hay algo que no le permita descansar en este momento? Es terrible la falta de descanso que millones de personas experimentan por la angustia de no poder pagar el día de mañana la renta, la electricidad, el agua, o por no tener cómo llevar un pedazo de pan a la boca de sus hijos. Veamos el siguiente versículo:
Isaías 41:10 Dios Habla Hoy (DHH)
10 No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.
El miedo es un sentimiento que puede “quebrar” a cualquier persona, llevándola a tomar malas decisiones, sumida en la desesperación de huir o encontrar una respuesta. Piense acerca de los momentos de la vida en los que usted ha tomado una mala decisión y notará que la negligencia y el temor se encuentran muy cercanos. Al leer el versículo anterior, necesitamos reconocer el resultado de lo que se nos señala, y es que Dios es más grande que nuestros miedos y temores. Entonces, para lograr tomar el control de aquello que nos intimida, no deberíamos caminar en negligencia ni apresurados ante la incertidumbre de lo desconocido.
“Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.” Necesitamos interpretarlo como que, de parte de Dios, vendrá el apoyo necesario para quienes, haciendo su voluntad, se llegan a topar con una pared de situaciones inamovibles (Mateo 17:20). Esto es así debido a que el creyente llegará a ser probado en la fe (Mateo 26:41). Vivimos en el presente un mundo que está caído en el pecado, y así debemos entender que algunas situaciones ocurren como resultado de nuestras decisiones y otras como la consecuencia de con quiénes convivimos. Veamos el siguiente versículo:
Filipenses 4:19 Dios Habla Hoy (DHH)
19 Por lo tanto, mi Dios les dará a ustedes todo lo que les falte, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.
Si sus problemas son de carácter económico en este momento y usted se reconoce como creyente, entonces no extienda su deuda también con falta de oración, porque no hay deuda que Cristo no pueda pagar. Pida a Dios encontrar un mejor trabajo, que le cancelen su deuda, pida en distintas formas que ocurra el milagro que no sabe citar y reconozca qué fue lo que lo arrastró a esta situación. ¿Negligencia suya? Arrepiéntase verdaderamente y no vuelva a hacer lo mismo (Juan 5:14).
Si sus problemas son de carácter social, entonces deténgase a pensar si Dios desea que usted lleve su palabra a otro lugar, o quizá Dios le está reclamando moldear su carácter. Pero también existe la posibilidad de que, en realidad, esté sirviendo al Señor, y entonces no puede usted esperar menos que tener resistencia por quienes se consideran su enemigo (Salmos 18:3). Le debemos pedir a Dios que aumente nuestra fe para lograr entender su voluntad en aquellas cosas que no tenemos control, pero que no escapan a Él. Así como le hemos recomendado ponerse a orar, también necesita estudiar las escrituras con frecuencia. Entre mayor sean los problemas que le acontecen, usted necesita aún más acercarse a Dios.
Salmos 34:17 Dios Habla Hoy (DHH)
17 El Señor atiende al clamor del hombre honrado, y lo libra de todas sus angustias.
- Para los problemas de enfermedades, existen los médicos.
- Para los problemas económicos, existen los economistas.
- Para los problemas ambientales, existe la concientización.
- Para los problemas informáticos, existen los programadores.
- Para los problemas de violencia, existen las leyes.
La lista de problemas la podemos continuar, y en cada caso nos encontraremos con un límite en lo que podemos solucionar. Cuando esto ocurre, puede venir a nosotros la resignación o convertirse en un miedo que se apodere de nuestros sueños por las noches. ¿Hay algo que no le permita descansar en este momento? Es terrible la falta de descanso que millones de personas experimentan por la angustia de no poder pagar el día de mañana la renta, la electricidad, el agua, o por no tener cómo llevar un pedazo de pan a la boca de sus hijos. Veamos el siguiente versículo:
Isaías 41:10 Dios Habla Hoy (DHH)
10 No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.
El miedo es un sentimiento que puede “quebrar” a cualquier persona, llevándola a tomar malas decisiones, sumida en la desesperación de huir o encontrar una respuesta. Piense acerca de los momentos de la vida en los que usted ha tomado una mala decisión y notará que la negligencia y el temor se encuentran muy cercanos. Al leer el versículo anterior, necesitamos reconocer el resultado de lo que se nos señala, y es que Dios es más grande que nuestros miedos y temores. Entonces, para lograr tomar el control de aquello que nos intimida, no deberíamos caminar en negligencia ni apresurados ante la incertidumbre de lo desconocido.
“Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.” Necesitamos interpretarlo como que, de parte de Dios, vendrá el apoyo necesario para quienes, haciendo su voluntad, se llegan a topar con una pared de situaciones inamovibles (Mateo 17:20). Esto es así debido a que el creyente llegará a ser probado en la fe (Mateo 26:41). Vivimos en el presente un mundo que está caído en el pecado, y así debemos entender que algunas situaciones ocurren como resultado de nuestras decisiones y otras como la consecuencia de con quiénes convivimos. Veamos el siguiente versículo:
Filipenses 4:19 Dios Habla Hoy (DHH)
19 Por lo tanto, mi Dios les dará a ustedes todo lo que les falte, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.
Si sus problemas son de carácter económico en este momento y usted se reconoce como creyente, entonces no extienda su deuda también con falta de oración, porque no hay deuda que Cristo no pueda pagar. Pida a Dios encontrar un mejor trabajo, que le cancelen su deuda, pida en distintas formas que ocurra el milagro que no sabe citar y reconozca qué fue lo que lo arrastró a esta situación. ¿Negligencia suya? Arrepiéntase verdaderamente y no vuelva a hacer lo mismo (Juan 5:14).
Si sus problemas son de carácter social, entonces deténgase a pensar si Dios desea que usted lleve su palabra a otro lugar, o quizá Dios le está reclamando moldear su carácter. Pero también existe la posibilidad de que, en realidad, esté sirviendo al Señor, y entonces no puede usted esperar menos que tener resistencia por quienes se consideran su enemigo (Salmos 18:3). Le debemos pedir a Dios que aumente nuestra fe para lograr entender su voluntad en aquellas cosas que no tenemos control, pero que no escapan a Él. Así como le hemos recomendado ponerse a orar, también necesita estudiar las escrituras con frecuencia. Entre mayor sean los problemas que le acontecen, usted necesita aún más acercarse a Dios.
Salmos 34:17 Dios Habla Hoy (DHH)
17 El Señor atiende al clamor del hombre honrado, y lo libra de todas sus angustias.
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