En estos tiempos hablar del pecado y sus consecuencias o incluso de la condenación por parte de Dios no resulta ser un mensaje popular sobre todo por la insistencia moderna de interpretar o justificar lo que hoy llamamos tendencias. Los predicadores cada día se limitan más a medir sus palabras lo cual por un lado es necesario pues estas atraen consecuencias pero derivado de esta situación evitan llamar a los pecados por sus nombres por temor a herir las emociones de sus oyentes o que se les vacíe la iglesia.

Los predicadores de antaño tenían algo que decir y lo decían de manera directa y de igual forma si se equivocaban pedían disculpas, pero hoy en día en muchos casos están cuidando su cuenta bancaria para elegir qué temas hablar en el púlpito: de psicología y entendimiento humano donde cada vez escuchamos menos la palabra “Jesús” y con más frecuencia nos platican de sus experiencias en congresos de superación personal.
 
En cada iglesia alrededor del mundo el tema principal debe ser las enseñanzas de Jesús y el contenido de la biblia acerca de los tiempos que vienen, en cambio vemos como están preocupados por cómo visten y cantan quienes están en el “escenario”, el éxito de la congregación se ha transformado en cuánto recaudan en ofrendas por cada servicio y muchos de los autoproclamados siervos de Dios carecen de transparencia contable como resultado del abuso de poder.
 
Lo anterior pueden resultar ser palabras algo rudas pero quiero ponerle a pensar que cada siglo necesita un tipo concreto de predicador y no gente que solo nos entretenga con espectáculos planeados y a veces ni siquiera llegan a eso, veamos los siguientes versículos:
 
Judas 1:14-15 Dios Habla Hoy (DHH)
14 También Henoc, que fue el séptimo después de Adán, habló proféticamente cuando dijo acerca de esa gente: «Vi al Señor, que venía con miles y miles de sus ángeles 15 a juzgar a todos los hombres y a condenarlos por todo el mal que cometieron en su maldad y por todas las palabras insolentes que como malvados pecadores dijeron contra él.»
 
En los versículos anteriores nos asomamos brevemente a conocer unas palabras de Henoc del cual sabemos pocas cosas debido a la lejanía de años en que vivía, en el libro de génesis se nos dice que caminó con Dios (Génesis 5:24) lo cual se entiende como alguien que vivió de acuerdo a la voluntad de Dios, los estudiosos de la biblia nos dicen que no murió y hay al menos un registro acerca de este tema (Hebreos 11:5) también nos dicen que según los versículos que acabamos de leer nos está profetizando acerca de Jesús y el juicio que hará contra quienes hablaron con insolencia (arrogancia, descaro) contra él, y sus acciones.
 
En estos pocos versículos podemos descubrir a un predicador directo y sin miedos que hablaba de un tema no popular porque la gente siempre quiere escuchar del perdón y amor infinito de Dios, pero predicar continuamente de estos temas en una realidad llena de violencia y desperfectos es no querer comprender la problemática que viven nuestras congregaciones, es resistirse a entender que hay miles sufriendo porque no hay quién les predique (Lucas 10:1-12).
 
Entonces espero que comprenda que un mensaje oportuno así sea desagradable pero que trae consigo arrepentimiento y avivamiento por predicar la palabra es lo que necesitamos en la actualidad, si estamos esperando estar preparados y tener un llamamiento “místico” para decidir seguir a Cristo puedo concluir que ya ocurrió y usted no se dio por enterado. Henoc caminó con Dios ¿Qué tan complicado será que en la actualidad sigamos a Jesús? (Marcos 6: 7-11).
 
Oramos para que usted llegue a comprender cómo un mensaje poderoso de la palabra va seguido de un hombre que camina con Dios.
 
1 Pedro 1:14 Dios Habla Hoy (DHH)
14 Como hijos obedientes, no vivan conforme a los deseos que tenían antes de conocer a Dios.