El tema del día de hoy es acerca de cómo vivir en lo que algunos llaman los tiempos finales; quizá al igual que yo, habrá observado la insistencia en algunos noticieros de tratar ciertos temas con algo de sensacionalismo con tal de ganar altos índices de audiencia: usan titulares amarillistas acerca de profecías y “analizan” según su veredicto lo que ya se ha cumplido, como creyentes no deberíamos ser indiferentes en separar lo que proviene del plan de Dios que encontramos en la biblia para no terminar confundidos, con temores o sin saber en qué creer.
 
Entonces no discutiremos las múltiples ideas y profecías de terceros más bien nos centraremos en el propósito de que se cumplan las principales según la biblia así como su propósito.

• Ya hemos hablado en el pasado acerca del nacimiento de Jesús y que este cumple múltiples profecías.
• Ya hemos hablado en el pasado acerca de la muerte y resurrección de Jesús y el cumplimiento también de múltiples profecías.

Los dos puntos anteriores ocurrieron ya hace bastantes siglos pero no son el final, ahora necesitamos estar expectantes en la continuación y desenlace de esa historia.

• ¿Ha escuchado que Cristo regresa?
• ¿En que debería estar nuestra atención?

Veamos los siguientes versículos:
 
1 Tesalonicenses 4:13-16 Traducción en lenguaje actual (TLA)
13 Hermanos míos, queremos que sepan lo que en verdad pasa con los que mueren, para que no se pongan tristes, como los que no tienen esperanza. 14 Nosotros creemos que Jesucristo murió y resucitó, y que del mismo modo Dios resucitará a los que vivieron y murieron confiando en él.15 Por eso les decimos, de acuerdo con lo que el Señor Jesús nos enseñó, que los que aún vivamos cuando él venga nos reuniremos con él, después de que se hayan reunido con él los que estaban muertos. 16 Porque cuando Dios dé la orden por medio del jefe de los ángeles, y oigamos que la trompeta anuncia que el Señor Jesús baja del cielo, los primeros en resucitar serán los que antes de morir confiaron en él.
 
No sabemos la manera en que lo descrito anteriormente ocurrirá, está claro que muchos fallecidos ya son polvo, si tomamos en cuenta a aquellos que vivieron en los tiempos en que Jesús caminó entre nosotros, a esto es lo que llamamos un milagro y ocurrirá muy pronto pero no sabemos si mañana, en cien o mil años; los verdaderos creyentes tenemos la fe de que esto acontecerá pues escrito se encuentra. También lo invitamos a poner atención que esto es señal de “que el Señor Jesús baja del cielo”. Ahora veamos el siguiente versículo:
 
1 Tesalonicenses 4:17 Traducción en lenguaje actual (TLA)
17 Después Dios nos llevará a nosotros, los que estemos vivos en ese momento, y nos reunirá en las nubes con los demás. Allí, todos juntos nos encontraremos con el Señor Jesús, y nos quedaremos con él para siempre.
 
Nuevamente nos encontramos en el versículo anterior con algo difícil de comprender, que a través de los siglos distintas doctrinas han tratado de interpretar (el arrebatamiento) pero quizá lo más importante no es nada complicado de entender: “Allí, todos juntos nos encontraremos con el Señor Jesús”. Entonces pensemos a partir de que estamos esperando encontrarnos con Jesús y que puede ocurrir en cualquier momento. ¿En qué nos deberíamos ocupar?

• Podemos pensar en que cada instante estamos más cerca de reencontrarnos, los años pasan y su espera tiene alguna intención (2 Pedro 3:9), otras profecías antes de su regreso se han de cumplir (Mateo 24:6-7, Mateo 24:37-39).
• La vida es corta pero nuestros planes deberían durar para la eternidad (1 Juan 2:28), las posesiones materiales, la vida acompañada con lujos y comodidades no suman puntos extra para ganar la gracia. (2 corintios 5:10).
• Los creyentes también seremos juzgados (Romanos 14:12)

Mientras que Jesús no regrese podemos entregar nuestra vida a él pero el tiempo se está acabando y muchos creyentes se encuentran viviendo como si la promesa no pudiese cumplirse el día de hoy. ¿Cómo decidirá vivir usted los siguientes instantes?
 
Juan 14:6 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.