El tema del día de hoy es acerca de cómo procesar los tiempos de prueba. Pocos días han pasado del inicio de año y aunque con buenos deseos y oración seguimos adelante no a todos nuestros hermanos en la fe les está brillando el sol como desearían. ¿Cómo puede ser que como creyentes que amamos y buscamos obedecer la palabra de Dios nos ocurran situaciones por demás complicadas? La respuesta la centraremos en dos puntos:

• La voluntad de Dios
• La consecuencia de nuestros pecados

1 - La voluntad de Dios
En el pasado hemos hablado acerca de la voluntad de Dios y que se encuentra por encima del entendimiento temporal que tengamos acerca de nuestra situación, ahora lo invitamos a leer los siguientes versículos:
 
1 Pedro 1:6-7 Traducción en lenguaje actual (TLA)
6 Por eso, aun cuando por algún tiempo tengan que pasar por muchos problemas y dificultades, ¡alégrense! 7 La confianza que ustedes tienen en Dios es como el oro: así como la calidad del oro se pone a prueba con el fuego, la confianza que ustedes tienen en Dios se pone a prueba con los problemas. Si ustedes pasan la prueba, su confianza será más valiosa que el oro, pues el oro se puede destruir. Así, cuando Jesucristo aparezca, hablará bien de la confianza que ustedes tienen en Dios, porque una confianza que ha pasado por tantas pruebas merece ser alabada.
 
Según podemos entender de los anteriores versículos se nos dice “la confianza que ustedes tienen en Dios se pone a prueba con los problemas”, con el paso de los años usted observará que muchos que iniciaron dando los primeros pasos en el camino de la fe con nosotros se han terminado apartando y esto es a consecuencia en muchas ocasiones de los problemas personales y la solución que encontraron viable en su momento.
 
Algunos hermanos buscando mejores oportunidades para la familia terminan decidiendo dar prioridad al trabajo y se alejan de la iglesia como consecuencia de sus horarios laborales o por cambio del lugar de vivienda (a quienes viven cerca de la congregación les llega a resultar fácil señalar la falta de fe de aquellos hermanos). Nosotros no pretendemos justificar los motivos por los que un hermano se termina “enfriando” en la fe pero sí señalar que existen situaciones complejas que necesitan ser solucionadas y no señaladas por nosotros.
 
Cada creyente necesita aprender a buscar en lo personal al Señor y lo ideal es que se reúna con otros que le ayuden a mantenerse en la fe y crecer. La prueba siempre será mantenernos en el camino de Cristo ante distintas situaciones como lo expresa el siguiente versículo:
 
Romanos 8:35 Traducción en lenguaje actual (TLA)
35 ¿Quién podrá separarnos del amor de Jesucristo? Nada ni nadie. Ni los problemas, ni los sufrimientos, ni las dificultades. Tampoco podrán hacerlo el hambre ni el frío, ni los peligros ni la muerte.
 
Ser probados en la fe nunca resultará ser agradable pero las mismas escrituras nos exhortan a hacer un cambio de actitud, veamos lo que dice el siguiente versículo:

Santiago 1:2 Dios Habla Hoy (DHH)
2 Hermanos míos, ustedes deben tenerse por muy dichosos cuando se vean sometidos a pruebas de toda clase.
 
¿Cómo es que nos podemos tener por dichosos ante las pruebas? Esto se produce cuando somos capaces de mirar más allá del tiempo presente, pensemos por un momento en Jesús y su comprensión a los eventos que vendrían después de la crucifixión, su gozo llegaría con la resurrección, con la apertura de la redención para la humanidad y al reunirse nuevamente con el Padre.
 
Toda prueba es temporal y lleva consigo algún aprendizaje, quizá demostrarnos que nuestra fe no es tan perfecta como lo pensamos, al mundo lo dividen los placeres momentáneos y las riquezas.
 
2 - La consecuencia de nuestros pecados
Los tiempos de prueba no siempre resultan ser la voluntad de Dios, nosotros ante la posibilidad de pecar atraemos consecuencias, “El que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado (Santiago 4:17 Dios Habla Hoy (DHH))”. La voluntad de Dios es que todos lleguemos a ser salvos (1 Timoteo 2:4) pero nosotros en un acto de libertad podemos decidir hacer todo aquello que nos aleje de esta voluntad.
 
Entonces todas nuestras acciones tienen consecuencias, necesitamos meditar profundamente en el significado de las malas decisiones que tomamos y los resultados que las acompañan. La llamada “semana santa” está cerca y muchos simpatizantes con el cristianismo que durante todo el año andan en camino de pecado les surge una euforia de “creyentes”, ¿el razonamiento es que han sido probados todo el año? ¿Al terminar estas fechas volverán a abandonar el camino del Señor?
 
Como hemos venido haciéndolo, oramos porque en estas próximas fechas cada uno de nosotros le demuestre al Señor y no a los hombres un cambio radical, auténtico y permanente como resultado de una transformación genuina y de discernir lo que Dios pone como prueba y cuando nosotros nos ponemos en la tentación. Las pruebas siempre resultarán más fáciles de sobrellevar cuando miramos a Cristo en nuestro futuro.
 
Hebreos 12:8 Traducción en lenguaje actual (TLA)
8 Si Dios no los corrige, como lo hace con todos sus hijos, entonces ustedes no son en verdad sus hijos.