No me dejaste caer, notas predicación

domingo, 27 de agosto de 2023


El tema del día de hoy es preparándonos para vivir con enfoque, para mayor entendimiento del tema que estamos tratando sugerimos leer completamente el salmo cuarenta y nueve. Es muy fácil perder la perspectiva cuando la gente piensa acerca de la muerte, ya sea como algo muy lejano o cercano; los jóvenes queriendo vivir experiencias la ven como algo lejano y casi imposible, en mi ciudad los vemos andar en motocicleta a altas velocidades, caminar por la noche entre calles muy inseguras y otras tantas situaciones que podríamos considerar de alto peligro pero pensando que a ellos no les pasara nada.
 
También tenemos a la gente de mayor edad donde muchos pensando que está pronta la muerte actúan con miedo e incertidumbre ante la toma de decisiones, algunos optan incluso por encerrarse en sus casas o evitar viajar en avión o carro. El asunto de la muerte sin embargo es algo que a todos en algún momento nos hará hacer una pausa todavía estando en vida. Veamos el siguiente versículo:
 
Génesis 3:4 Traducción en lenguaje actual (TLA)
4 —Eso es mentira. No morirán.

 
En la biblia nos encontramos que en el huerto del Edén fueron advertidos tanto Adán como Eva con respecto a algo que nosotros conocemos como la muerte. Siendo que nuestro tema no se centrará en el libro de Génesis, al menos podemos saber a través del versículo anterior que la “serpiente” los engañó con dos mentiras: la primera es que Dios les mentía y la segunda está relacionada con que NO morirían algún día.
 
1 – Mueren los sabios, y los necios.
Hoy en día, con respecto a la muerte creemos que ya no hay duda que a todos nos llegará el momento pero acerca de el primer engaño de la “serpiente” aún prevalece en muchos, veamos el siguiente versículo:
 
Salmos 49:10 Traducción en lenguaje actual (TLA)
10 Mueren los sabios, y mueren los necios. ¡Eso no es nada nuevo! Al fin de cuentas, sus riquezas pasan a otras manos.

 
En el capítulo cuarenta y nueve del libro de salmos nos encontramos con una reflexión de toda esta temática que estamos hoy estudiando; en el versículo diez se nos dice que el destino de los sabios y los necios es la muerte. Durante siglos la gente ha deseado vencerla pero a lo mucho consiguen retardarla por un corto periodo, la medicina ha mejorado nuestra calidad de vida y los cosméticos logran disfrazar un poco el paso del tiempo en nuestros cuerpos. ¿Con qué propósito deseamos NO morir?
 
Los creyentes rápidamente se apresuran a contestar que así podrían alabar a nuestro Señor por la eternidad y los NO creyentes desean continuar viviendo nuevas experiencias o gozando de los bienes acumulados; esto segundo me parece que también los creyentes lo desean. La realidad es que todos nos esforzamos por vivir esta vida lo mejor que podemos y lo correcto es no tener prisa por experimentar la muerte.
 
Hay quienes piensan que la gente que tiene bienes materiales no podrá entrar al “cielo” y que este estaría reservado para la gente pobre aunque no hay nada así señalado en la biblia. Lo que sí sabemos es que hay creyentes que desean las riquezas y trabajan por estas, dejando de lado a Dios. Veamos los siguientes versículos:
 
Salmos 49:16-17 Traducción en lenguaje actual (TLA)
16 Tú no te fijes en los que se hacen ricos y llenan su casa con lujos, 17 pues cuando se mueran no van a llevarse nada.
 
Salmos 49:20 Traducción en lenguaje actual (TLA)
20 Puede alguien ser muy rico, y jamás imaginarse que al fin le espera la muerte como a cualquier animal.

 
2 – Dios me librará.
Las riquezas no proveen una garantía de una mejor muerte, tampoco hay nada material que vayamos a llevar a la tumba siendo que es más probable que un familiar lo arrebate para sí mismo. Nuestro recuerdo será olvidado en dos generaciones y si existe un monumento este quedará abandonado. ¿Entonces qué tenemos ahora que podamos llevar más allá de la muerte?
 
Los lujos pertenecen a este mundo y aun la mugre debajo de nuestras uñas. Está claro que no podremos llevarlos, pero algo que no pertenece aquí es nuestra alma (2 corintios 10:3-6), veamos el siguiente versículo:
 
Salmos 49:15 Traducción en lenguaje actual (TLA)
15 ¡Pero a mí, Dios me librará del poder de la muerte, y me llevará a vivir con él!

 
El salmista conocía dónde se encontraba lo que verdaderamente tiene valor, esto es la fe, confiaba en que Dios está sobre la muerte y desea llevarnos con Él. Jesús nos mostró este poder (Lucas 24, Juan 11) evidenciando que la muerte ya no es un problema sino el cómo vivimos. Estar preparados para cuando la muerte llegue a nuestras vidas es igual estar preparados para vivir lo que nos corresponde, sin miedos, culpas o deudas pero experimentando la voluntad de Dios en cumplir la misión que nos ha sido encargada (evangelizar hasta su regreso) y esperando en la fe. NO perdamos la oportunidad de hablar hoy y mañana de las buenas nuevas, y si Dios quiere por muchos años.
 
Salmos 116:8 Traducción en lenguaje actual (TLA)
8 Me libraste de la muerte, me secaste las lágrimas, y no me dejaste caer.
 
 

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