No voy a dejarlos solos, notas predicación

domingo, 9 de abril de 2023


Existen diversas causas por las que la gente puede llorar tan antagónicas como la tristeza y la alegría, ambas son emociones que en la intensidad suficiente provocan una reacción que toma por momentos el control de nosotros. La mayoría de la gente desea en su vida solo reír pero todos alguna vez llegaremos a experimentar el llanto que usualmente lo asociamos con dolor, angustia o pérdida.
 
Si hemos vivido lo suficiente probablemente hemos llegado a acudir a algún funeral de alguien conocido. Entonces permítanos hacerle algunas preguntas a manera de reflexión:
  • ¿Recuerda las miradas de los presentes?
  • ¿Recuerda las pláticas que surgían?
  • ¿Recuerda qué emociones usted experimentó?
Los funerales suelen ser acompañados de un ambiente que no resulta cómodo para la mayoría de los asistentes y al llegar el momento de la despedida quizás en algún cementerio los más cercanos al difunto suelen romperse en llanto si aún se contenían. Llorar NO es algo malo pero hacerlo sin entender la razón podría llevarnos a sanar muy lentamente. Veamos el siguiente versículo:
 
Juan 20:11 Dios Habla Hoy (DHH)
11 María se quedó afuera, junto al sepulcro, llorando. Y llorando como estaba, se agachó para mirar dentro,

 
En el versículo anterior nos encontramos con una mujer que lloraba ante el sepulcro vacío de Jesús (Juan 20:1-10). Estando muy reciente la muerte, es de sentido común pensar que las emociones de quienes lo llegaron a conocer eran intensas. Sabemos que hay gente que aunque pasen los días y después los años siguen llorando a sus muertos, esto tampoco es malo mientras no nos haga daño, el proceso de luto cada persona lo lleva de distinta manera y en distinto tiempo. En ocasiones debemos aceptar que requerimos ayuda especializada para continuar la vida en la ausencia temporal de esa persona que significaba algo profundo para nosotros. Veamos los siguientes versículos:
 
Juan 20:12-13 Dios Habla Hoy (DHH)
12 y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús; uno a la cabecera y otro a los pies. 13 Los ángeles le preguntaron: —Mujer, ¿por qué lloras? Ella les dijo: —Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto.

 
Nos encontramos en los versículos anteriores a dos ángeles “sentados donde había estado el cuerpo de Jesús” la biblia NO dice qué hacían concretamente en este lugar pero sabemos que Jesús había resucitado de los muertos (Mateo 28:6, Marcos 16:6). Quizá asistieron a quitar las vendas y doblar la tela con la que quedó envuelto anteriormente el cuerpo de Jesús en ese sepulcro (Juan 20:5-7), pero más probablemente estos ángeles se encontraban presentes para ser testigos y dar testimonio de la resurrección de Jesús a quienes visitaran por primera vez este lugar.
 
Existe la idea de que “dependiendo de quien nos diga una historia podemos llegar a confiar en sus palabras” por tanto el testimonio de los ángeles presentes era de suma importancia para dar veracidad a lo acontecido. María se encontraba angustiada sospechando que alguien había robado el cuerpo de Jesús, la mayoría de la gente después del funeral de un ser amado continúan con sus vidas, pero para María aún no estaba cerrado el ciclo, ella acudió al sepulcro para ungir el cuerpo de Jesús según las costumbres de su pueblo.

La gente se despide de muy diversas formas de los seres queridos, para el creyente necesita estar claro que Dios nos dio vida, fuimos formados del polvo de la tierra y a esta volveremos (Génesis 2:7, Génesis 3:19) pero el alma irá a otro lugar (Mateo 10:28). Veamos los siguientes versículos:
 
1 Juan 5:11-12 Traducción en lenguaje actual (TLA)
11 Y lo que Dios ha dicho es que él nos ha dado vida eterna, y que tendremos esa vida si creemos en su Hijo. 12 Si vivimos unidos al Hijo de Dios, tenemos vida eterna. Si no vivimos unidos al Hijo de Dios, no tenemos vida eterna.

 
Lo anterior es lo que enseña la biblia acerca de lo que pasará con nuestra vida la cual en algún momento dejará de estar vinculada a nuestro cuerpo. En la semana santa solemos predicar acerca de la muerte y resurrección de Jesús pero necesitamos insistir que mientras algunos convierten estas fechas en fiestas para comer elotes y celebrar tradiciones el creyente necesita encontrar en este tiempo la reflexión de que millones de personas en todo el mundo aún no viven unidos a Jesús. ¿Entiende el significado de lo anterior?
 
María NO concluyó que Jesús había resucitado como él ya había anunciado que ocurriría (Mateo 16:21, Mateo 17:22-23) al NO encontrar el cuerpo en el sepulcro. Para ella la ausencia del cuerpo de Jesús era el resultado de acciones tomadas por sus enemigos.
 
Hoy en día Jesús continúa teniendo enemigos que buscan hacernos dudar de la fe con argumentos muy elaborados que para quienes no estudian la biblia con detenimiento y oración podrían llegar a significar algo. Veamos los siguientes versículos:
 
1 Juan 5:14-15 Traducción en lenguaje actual (TLA)
14 Apenas dijo esto, volvió la cara y vio allí a Jesús, pero no sabía que era él. 15 Jesús le preguntó: —Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, le dijo: —Señor, si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, para que yo vaya a buscarlo.

 
Nos encontramos que María que por su incredulidad al girar su rostro se encontró con Jesús mas no lo reconoció esto nos debería hacer reflexionar a los creyentes en la manera que nuestra fe y nuestro comportamiento cotidiano nos hace actuar. Muchos de los que asisten a la iglesia de manera regular a lo largo del año su forma de vivir los delata como personas que tienen a Jesús aun en la tumba y no vivo. Veamos los siguientes versículos:
 
Mateo 7:21-23 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

 
El día llegará en el que muchos de los que asisten a la iglesia el mismo Jesús los desconocerá por sus acciones, pero para María hubo la oportunidad (1 Juan 5:16-18) de disipar todo el llanto que le trajo dolor, angustia y sentimiento de pérdida, producto de la incredulidad. Jesús estuvo allí todo el tiempo aunque María no le veía o reconocía. Quizá usted con los años no siente más la presencia de Dios y desde aquí oramos para que gire su rostro al cielo y doble su rodilla en oración confiando nuevamente en el Señor, estamos seguros que Jesús allí ha estado todo el tiempo esperando por usted.
 
Juan 14:18 Traducción en lenguaje actual (TLA)
18 »No voy a dejarlos solos; volveré a estar con ustedes.
 
 

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