El camino que debe seguir, notas predicación.

domingo, 22 de enero de 2023


En general muchos creyentes cuando se habla de el tema de la salvación terminan concluyendo en congregarse semanalmente y quizá asistir a alguna reunión entre semana, siendo que de esta manera empiezan a caminar durante muchos años entre cursos de “ministración” (aprendiendo cómo servir, consolar, sanarse) esto puede realmente consumir mucho de su tiempo y pensaríamos que si lo llevaran a la práctica la iglesia sería impactada enormemente pero terminan siendo pocos los que llevan a cabo todo lo aprendido.
 
Cuando observamos a nuestra congregación nos encontramos con mucha gente que tiene problemas profundos y que desean ser escuchados (reclaman tiempo) pero no están dispuestos a ofrecer lo mismo a quienes vienen detrás. Están quienes quieren ser sanados y empezar a servir inmediatamente al Señor y también quienes quieren recibir atenciones de manera continua y luego regresar cada semana únicamente a desahogarse.
 
Las iglesias actuales se desgastan “ministrando” pero no logran consolidar el envío de nuevos siervos del Señor a evangelizar añadiendo un toque “mistico-magico” al mencionar que el llamado del servicio a nuestro Señor es para pocos cuando en su lugar se debiese decir el llamado del servicio a nuestro Señor es para todos quienes se identifican como salvos.
 
Algunas de las palabras anteriores pueden resultar duras de digerir pero no son pocos quienes se congregan en una iglesia semanalmente por muchos años acumulando manuales, retiros espirituales que les llegan incluso a costar dinero y que claramente su falta de servicio al Señor nos habla de espiritualidad fingida.
 
Todos conocemos a alguien que se congrega porque en la iglesia se encuentra alguien que le cae bien o le gusta lo cual es muy común entre jóvenes pero aun en adultos esto se presenta. Mientras nuestra prioridad en la iglesia no sea Dios en cada ocasión que ocurra un cambio inesperado surgirá en nosotros ansiedad e inconformidad. En este siglo la gente se congrega por modas, les gusta la música o como viste el pastor pero no están observando la santidad. Son tiempos muy complicados. Veamos el siguiente versículo:
 
Mateo 24:13 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
13 Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo.

 
El capítulo 24 del libro de Mateo nos habla de las señales antes del fin siendo muchas las cosas que han acontecido desde que vino Jesucristo y hasta nuestros días podemos decir que estos tiempos son presentes pero las iglesias que actúan como clubes sociales están muy ocupadas en mantener reuniones que NO terminan por formar a la siguiente generación de evangelistas que anuncien estos tiempos, que promocionan logros humanos como los bienes materiales (casas y carros) “que Dios les ha entregado”, siendo insensibles a la pobreza y necesidad que algunos de sus miembros experimentan, la predicación en ocasiones se convierte en la narrativa de las vacaciones. Piense en las siguientes preguntas:
  • ¿Cristo dejó de ser la meta?
  • ¿Dios NO llama a servir en nuestros días?
  • ¿Ya NO hay nadie más que pueda ser salvo?
Mientras que prediquemos el evangelio como se hizo en la iglesia primitiva seguirá teniendo el mismo poder transformador, veamos el siguiente versículo:
 
1 Corintios 1:27 Dios Habla Hoy (DHH)
27 Y es que, para avergonzar a los sabios, Dios ha escogido a los que el mundo tiene por tontos; y para avergonzar a los fuertes, ha escogido a los que el mundo tiene por débiles.

 
El versículo anterior nos enseña que la iglesia primitiva creció con hombres entregados a Dios tenidos por tontos y débiles por aferrarse a la evangelización. La iglesia de nuestro tiempo está repleta de congregantes con tiempo libre, algunos muy intelectuales en las escrituras pero sin fuerza (sin el acompañamiento del Espíritu Santo) para predicar.
 
Si usted ha observado algunas de estas cosas que señalamos en la iglesia como gente que viste bien y habla bonito al frente que no crecen en lo espiritual (siempre se escuchan los mismos pecados) entonces no cometa el error de imitarlos o querer ser parte de lo mismo. Dios quiere santidad en su altar y usted no necesita vestir como ellos o hablar bonito, entréguese al estudio de las escrituras y ore en privado con Dios.
 
La salvación que Dios nos ha entregado es para servir a otros, cuanto más agradecido estes con nuestro creador más profundo será tu deseo por entregarte y surgirá el deseo por predicar a los débiles.
  • Dios desea usar a los débiles para que no se enorgullezcan en su propia fuerza o sabiduría.
  • Dios desea usar a los débiles para que se manifieste su poder de transformar vidas.
Dios llama a la gente despreciada y sin importancia, veamos el siguiente versículo:
 
1 Corintios 1:28 Dios Habla Hoy (DHH)
28 Dios ha escogido a la gente despreciada y sin importancia de este mundo, es decir, a los que no son nada, para anular a los que son algo.

 
En base al versículo anterior piense la razón por la cual Dios quiere llamarlo a usted a predicar el evangelio. Si usted siente que ha logrado algo en este mundo, que tiene aptitudes o talentos para servir entonces necesita quitarse esas ideas. Es Dios quien tiene que instrumentarle. Con esto no queremos decir que no necesita prepararse, al contrario queremos decir que si deposita su confianza en su intelecto humano fallará como tantos teólogos apartados del evangelio.
 
Dios llama a la gente sencilla de pensamiento y corazón que estudian las escrituras pero aun más importante que logran tener un encuentro personal con Cristo. Jesús llamó a una samaritana, prostitutas e incluso a leprosos al arrepentimiento y después a servir, pudiendo esto prejuiciosamente entenderse como personas de una vida muy complicada o de un corazón duro mas no fue así.
 
Dios le está mirando en este momento, usted se siente inquieto, no tarde demasiado en decidir.
 
Salmos 25:12 Dios Habla Hoy (DHH)
12 Al hombre que honra al Señor, él le muestra el camino que debe seguir;
 

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