No se engañen a ustedes mismos, notas predicación
domingo, 28 de agosto de 2022
1 - Fácil echar culpas a otros.
¿Alguna vez ha notado que cuando a la gente le va bien en la vida habla de esto como su logro personal pero cuando fallan culpan a otros por sus fracasos? Esto también ocurre entre los creyentes y es bastante frecuente. En diferentes momentos habremos conocido gente que se distingue de alguna manera por el éxito alcanzado en sus vidas aunque cuando hablamos de éxito este suele resultar relativo a quien lo interpreta como observador o quien lo vive. A continuación veamos unos ejemplos un poco polémicos:
Personas.
Algunas personas han logrado muchas de las metas que se han propuesto y en la autocrítica sienten que no están donde quisieran, no estamos recomendando el conformismo más bien queremos decir que en lo individual la exigencia que tenemos hacia nosotros mismos varía. Mientras que para algunos viajar alrededor del mundo frecuentemente significa el éxito, para otros está el tener hijos, casarse, comprar casa o ganar mucho dinero.
Iglesias.
Algunas iglesias están queriendo medir el éxito al contar cada semana a los asistentes, quizá en relación con el dinero que ingresa a las arcas, los edificios que construyen, el número de músicos que tienen al frente o el carro que trae el pastor. Con toda intención señalamos las cosas que se critican comúnmente para diferenciar la percepción de éxito con respecto a tener una meta enfocada en lo verdaderamente importante.
Personas.
Algunas personas han logrado muchas de las metas que se han propuesto y en la autocrítica sienten que no están donde quisieran, no estamos recomendando el conformismo más bien queremos decir que en lo individual la exigencia que tenemos hacia nosotros mismos varía. Mientras que para algunos viajar alrededor del mundo frecuentemente significa el éxito, para otros está el tener hijos, casarse, comprar casa o ganar mucho dinero.
Iglesias.
Algunas iglesias están queriendo medir el éxito al contar cada semana a los asistentes, quizá en relación con el dinero que ingresa a las arcas, los edificios que construyen, el número de músicos que tienen al frente o el carro que trae el pastor. Con toda intención señalamos las cosas que se critican comúnmente para diferenciar la percepción de éxito con respecto a tener una meta enfocada en lo verdaderamente importante.
2 - Tener claro quiénes somos.
Sin embargo, la queja y culpabilizar a otros es con frecuencia algo que escuchamos de gente que experimenta frustración por no obtener el éxito que creen deberían tener y, siendo sinceros, por el cual en muchas ocasiones no han trabajado. Sabemos que para el creyente la figura de Dios resulta ser la que se ocupa de nuestros problemas, para él no hay nada imposible y en la necesidad acude a nuestro rescate, por tanto hay quien directamente lo responsabiliza a pesar de no haberle consultado previamente sobre alguna decisión por muy espiritual que esta pueda parecer. Sugerimos ampliamente leer los versículos de Éxodo 17:1-7 para mejor entendimiento del contexto, en el libro de Éxodo 17:4 nos encontramos lo siguiente.
Éxodo 17: 4 Dios Habla Hoy (DHH)
4 Moisés clamó entonces al Señor, y le dijo: —¿Qué voy a hacer con esta gente? ¡Un poco más y me matan a pedradas!
En el versículo anterior nos encontramos a Moisés reaccionando al malestar y queja del pueblo que le seguía por el desierto y que ante la escasez de agua corría el riesgo de morir. El problema era real y urgente pero el pueblo de Dios en lugar de convocar a una reunión o empezar a orar de manera individual lo que hacían era murmurar contra Moisés no asumiendo su propia responsabilidad.
Para caminar con Dios a lo largo de nuestras vidas en ocasiones por “desiertos”, tendremos que asumir la responsabilidad que nos corresponde y abandonar el victimizarnos por cada evento que no ocurre como planeamos. Su jefe en el trabajo no siempre tiene la culpa, tampoco sus compañeros de trabajo-escuela o su pareja por el mal manejo de sus deberes y emociones.
Lo mismo ocurre con su vida espiritual cuando no ora, no lee su biblia, no busca a Dios en lo secreto, solo visita la iglesia con regularidad para calentar la silla y deposita la toma de sus decisiones en alguien que está al frente que es humano al igual que usted, que tiene sus propios problemas e incluso intereses y no entiende de los suyos. Veámoslo desde otro ángulo, cuando seguimos a Dios desde la perspectiva correcta será él quien nos diga a dónde ir y proveerá lo que necesitemos para el camino pero cuando seguimos a hombres que no están en el Señor nos terminarán decepcionado y arrastrando a sus fracasos. En ocasiones sí se les puede responsabilizar a estos dependiendo si la culpa nace de nosotros en confiarles o hemos sido engañados por falsas promesas.
Entonces podemos decir que existen metas terrenales y espirituales por las cuales podemos trabajar y también responsabilizar a alguien. Tratando de simplificar este tema, señalemos que llegamos a ser esclavos de nuestros deseos los cuales por lo regular no están alineados con los planes de Dios. Mientras que cuando un proyecto viene del corazón de Dios para nuestras vidas él mismo resolverá, si culpamos a otros por acciones que teníamos que tomar nosotros no lograremos resolver nada. Veamos los siguientes versículos:
Hebreos 4: 16-16 Nueva Traducción Viviente (NTV)
15 Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó. 16 Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.
Los versículos anteriores aplican bien para los tiempos más difíciles que puedan llegar, todos sin excepción llegaremos a equivocarnos pero estar acusando sea a Dios o personas por cosas que claramente nosotros provocamos nos terminará inutilizando. Son muchos los creyentes que falsamente día con día declaran “estar bajo ataque” o “pasando una prueba” y dicen vivir bajo la voluntad de Dios pero con sus acciones y actitudes demuestran estar muy lejos.
Sabemos que Satanás existe y su naturaleza declarada en la biblia (Juan 8:44, 2 Corintios 11:14, Apocalipsis 12:9) nos es muy compleja a nosotros del todo entenderla pero en nuestro libre albedrío somos nosotros quienes decidimos NO seguirlo y por tanto NO lo podemos culpar en cada ocasión que visitamos los lugares de mala reputación, que maltratamos a la pareja, no damos la manutención para nuestros hijos o que robamos en el trabajo, el que así hace y dice ser creyente se entenderá con Dios (Proverbios 21:2, Mateo 12:36, Santiago 4:12).
Podemos concluir por hoy que culpar a alguien por lo que es nuestra responsabilidad quizá logre engañar a algunos pero no a Dios, y si lo que no lo deja avanzar en la vida es alguna forma de culpa entonces necesita entregarla a Cristo, arrepentirse y creer en el evangelio.
1 Corintios 3:18 Palabra de Dios para Todos (PDT)
18 No se engañen a ustedes mismos. Si alguno se cree sabio según la sabiduría de este mundo, primero hágase ignorante para ser verdaderamente sabio.
Éxodo 17: 4 Dios Habla Hoy (DHH)
4 Moisés clamó entonces al Señor, y le dijo: —¿Qué voy a hacer con esta gente? ¡Un poco más y me matan a pedradas!
En el versículo anterior nos encontramos a Moisés reaccionando al malestar y queja del pueblo que le seguía por el desierto y que ante la escasez de agua corría el riesgo de morir. El problema era real y urgente pero el pueblo de Dios en lugar de convocar a una reunión o empezar a orar de manera individual lo que hacían era murmurar contra Moisés no asumiendo su propia responsabilidad.
Para caminar con Dios a lo largo de nuestras vidas en ocasiones por “desiertos”, tendremos que asumir la responsabilidad que nos corresponde y abandonar el victimizarnos por cada evento que no ocurre como planeamos. Su jefe en el trabajo no siempre tiene la culpa, tampoco sus compañeros de trabajo-escuela o su pareja por el mal manejo de sus deberes y emociones.
Lo mismo ocurre con su vida espiritual cuando no ora, no lee su biblia, no busca a Dios en lo secreto, solo visita la iglesia con regularidad para calentar la silla y deposita la toma de sus decisiones en alguien que está al frente que es humano al igual que usted, que tiene sus propios problemas e incluso intereses y no entiende de los suyos. Veámoslo desde otro ángulo, cuando seguimos a Dios desde la perspectiva correcta será él quien nos diga a dónde ir y proveerá lo que necesitemos para el camino pero cuando seguimos a hombres que no están en el Señor nos terminarán decepcionado y arrastrando a sus fracasos. En ocasiones sí se les puede responsabilizar a estos dependiendo si la culpa nace de nosotros en confiarles o hemos sido engañados por falsas promesas.
Entonces podemos decir que existen metas terrenales y espirituales por las cuales podemos trabajar y también responsabilizar a alguien. Tratando de simplificar este tema, señalemos que llegamos a ser esclavos de nuestros deseos los cuales por lo regular no están alineados con los planes de Dios. Mientras que cuando un proyecto viene del corazón de Dios para nuestras vidas él mismo resolverá, si culpamos a otros por acciones que teníamos que tomar nosotros no lograremos resolver nada. Veamos los siguientes versículos:
Hebreos 4: 16-16 Nueva Traducción Viviente (NTV)
15 Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó. 16 Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.
Los versículos anteriores aplican bien para los tiempos más difíciles que puedan llegar, todos sin excepción llegaremos a equivocarnos pero estar acusando sea a Dios o personas por cosas que claramente nosotros provocamos nos terminará inutilizando. Son muchos los creyentes que falsamente día con día declaran “estar bajo ataque” o “pasando una prueba” y dicen vivir bajo la voluntad de Dios pero con sus acciones y actitudes demuestran estar muy lejos.
Sabemos que Satanás existe y su naturaleza declarada en la biblia (Juan 8:44, 2 Corintios 11:14, Apocalipsis 12:9) nos es muy compleja a nosotros del todo entenderla pero en nuestro libre albedrío somos nosotros quienes decidimos NO seguirlo y por tanto NO lo podemos culpar en cada ocasión que visitamos los lugares de mala reputación, que maltratamos a la pareja, no damos la manutención para nuestros hijos o que robamos en el trabajo, el que así hace y dice ser creyente se entenderá con Dios (Proverbios 21:2, Mateo 12:36, Santiago 4:12).
Podemos concluir por hoy que culpar a alguien por lo que es nuestra responsabilidad quizá logre engañar a algunos pero no a Dios, y si lo que no lo deja avanzar en la vida es alguna forma de culpa entonces necesita entregarla a Cristo, arrepentirse y creer en el evangelio.
1 Corintios 3:18 Palabra de Dios para Todos (PDT)
18 No se engañen a ustedes mismos. Si alguno se cree sabio según la sabiduría de este mundo, primero hágase ignorante para ser verdaderamente sabio.
Buscar un tema
Entradas populares
-
El tema del día de hoy es acerca de lo que es ser padre. El amor, el compromiso y la responsabilidad son aspectos que van más allá de los ge...
-
Hoy en día, mucha de la gente pasa tiempo pensando cómo agradar a otras personas: la familia, los amigos o la pareja. Y esto puede llegar a ...
Archivo historico
-
►
2024
(52)
- ► septiembre (5)
-
►
2023
(53)
- ► septiembre (4)
-
►
2021
(52)
- ► septiembre (4)