Habrá ocasiones en que parezca que todo va bien en su vida y oramos desde aquí para que esto continúe por mucho tiempo, que sea bendecido en su familia, las finanzas y en todo lo relacionado con su paz interior pero usted debería prepararse para cuando lleguen los tiempos de cambio, esto probablemente ocurrirá un día inesperado, ¿está preparado?
 
En el tiempo que Jesús caminaba sobre esta tierra los discípulos por algún tiempo tuvieron paz y se sintieron en armonía caminando con él pero el tiempo en que Jesús regresaría al Padre se estaba aproximando y un día dijo las siguientes palabras:
 
Juan 16:33 Dios Habla Hoy (DHH)
33 Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.
 
En el versículo anterior Jesús les hace la advertencia a sus discípulos que los tiempos de cambio están próximos y no hace mención de buscar la paz fuera de él, estas palabras son de carácter muy profundo si las trasladamos a los creyentes de hoy en día quienes depositan en varias ocasiones su estabilidad emocional y familiar en las finanzas o en una persona.
 
La gente sufre por el dinero o por el amor no correspondido, estas carencias pueden llegar a desgastar profundamente nuestro físico y la misma mente. Pero en el versículo se nos dice que la paz la encontraremos unidos a Jesús también haciendo la aclaración “ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor”.
 
¿Alguien podría poner en duda este versículo aplicado a nuestra actualidad? Quizá piensa que estas palabras solo fueron válidas para los que llegaron a ser los apóstoles. Si usted piensa lo anterior es debido a que usted simpatiza con el cristianismo pero aun no es creyente. El versículo y toda la biblia en el debido contexto es válida para nuestros días de otra manera deberíamos interpretar que sólo a los apóstoles se les encomendó enseñar y predicar, lo cual no es así, nosotros hoy damos continuación a la expansión del reino.
 
Si usted es un creyente hecho y derecho entenderá que existe una batalla que se lleva a cabo desde hace más de dos mil años por las almas de quienes serán salvos y Jesús nos hace partícipes de anunciar las buenas nuevas (evangelizar). Y así como iniciamos este mensaje diciendo que quizá todo se encuentra bien en su vida, los tiempos de cambio han llegado y no se ha dado cuenta cómo las doctrinas relacionadas con el hedonismo (placeres) han tomado fuerza en la música, cine y tantos otros medios que tratan de normalizar el que atendamos la individualidad y no busquemos más a Dios.
 
El cansancio que produce el cuidar de la familia, trabajo o estudios nos hace buscar de manera natural el descanso inmediato a través de las distracciones lo cual resulta ser exactamente eso. Siendo claros no estamos encontrando la paz interior que deberíamos hallar en Dios porque la estamos buscando en otras cosas, desesperados cada día por obtener dinero, extraviándonos en nuestra soledad por más que digamos que estamos acompañados.
 
¿Dónde está su familia, sus hijos?¿Dónde se encuentra usted? Ha perdido la paz, finge no estar cansado y que todo anda bien. Prepararnos para los cambios es no insistir en que las cosas a nuestro alrededor sigan igual porque sabemos que no será así. El cambio puede estar sucediendo a nivel mundial pero también de forma personal en distintas etapas de nuestras vidas y necesitamos aprender a lidiar con ambos escenarios. A manera de ejemplo, sabemos que los hijos crecen pero hay padres que no lo hacen y aun con hijos adultos siguen queriendo resolver cada aspecto de las vidas de sus “bebés” en lugar de ocuparse de quizá su propio matrimonio o desarrollo personal. Veamos el siguiente versículo:

Salmos 37:39 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
39 Pero la salvación de los justos es de Jehová, Y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.
 
Asumamos por un momento que usted no se ha resistido al cambio y que está consciente que el mundo está de cabeza; como creyente está cumpliendo con sus obligaciones sociales, financieras y cuidando de su familia; ha tenido días buenos y los disfrutó dando honra a Dios pero ahora allí donde se encuentra el hambre, la guerra, la inseguridad y la angustia han llegado, entonces el versículo anterior es para usted.
 
Ha hecho bien todo lo que tenía que hacer, ha vivido con temor santo a Dios cada uno de sus días, le ha preocupado seguir las escrituras, ha llevado la batalla día con día de predicar el evangelio, sabía que este tiempo llegaría porque está anunciado. Entonces recuerde el siguiente versículo:
 
Juan 14:27 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
 
Solo Dios y usted saben los cambios que están ocurriendo en su entorno “No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” Y si la queja está surgiendo en su corazón recuerde también lo siguiente:
 
Eclesiastés 3 Dios Habla Hoy (DHH)
3 En este mundo todo tiene su hora; hay un momento para todo cuanto ocurre:
2 Un momento para nacer,
y un momento para morir.
Un momento para plantar,
y un momento para arrancar lo plantado.
3 Un momento para matar,
y un momento para curar.
Un momento para destruir,
y un momento para construir.
4 Un momento para llorar,
y un momento para reír.
Un momento para estar de luto,
y un momento para estar de fiesta.
5 Un momento para esparcir piedras,
y un momento para recogerlas.
Un momento para abrazarse,
y un momento para separarse.
6 Un momento para intentar,
y un momento para desistir.
Un momento para guardar,
y un momento para tirar.
7 Un momento para rasgar,
y un momento para coser.
Un momento para callar,
y un momento para hablar.
8 Un momento para el amor,
y un momento para el odio.
Un momento para la guerra,
y un momento para la paz.
 
La palabra del Señor nos exhorta y nos consuela.