Más allá de la muerte, notas predicación

domingo, 26 de junio de 2022


En la iglesia continuamente se habla de la alegría y gozo de vivir una vida entregada a Dios pero en pocas ocasiones se toca el tema de la muerte; posiblemente algunos consideran esta palabra relacionada con la tristeza, pena y sufrimiento. Sin embargo, es un tema acerca del cual vale la pena reflexionar no solo pensando en la eternidad, sino en los asuntos terrenales por arreglar.

En algunos países anualmente se realizan campañas con descuentos económicos con la intención que las personas hagan su testamento, contraten un seguro de vida y/o gastos funerarios para así evitar dejar problemas a familiares. Dichos seguros no son para que el fallecido prolongue su existencia pero le recordarán a quien lo reclame que alguien le tuvo consideración.

Algunas familias se llegan a despedazar cuando un familiar fallece, peleando una herencia no asignada y teniendo que repartir a discreción. También están los “buitres” que se preparan durante años acercándose a familiares o personas que gozan de abundancia esperando recibir algo e incluso consiguiendo firmas de documentos o apropiándose de terrenos de manera turbia.

Están los vivos, quienes se pasan de vivos, los muertos y los que se pasan de indiferentes. Veamos el siguiente versículo:
 
2 Reyes 20:1 Dios Habla Hoy (DHH)
1 Por aquel tiempo, Ezequías cayó gravemente enfermo, y el profeta Isaías, hijo de Amós, fue a verlo y le dijo: —El Señor dice: “Da tus últimas instrucciones a tu familia, porque vas a morir; no te curarás.”

 
En el versículo anterior podemos ver que al rey Ezequías se le mandó a decir de parte de Dios que pronto moriría y que pusiera en orden lo relacionado con su familia. No son pocas las personas a las que llega a sorprender la muerte, no es necesario estar enfermo y tampoco tener una edad avanzada.
 
En esta tierra incluso Jesús murió (1 Pedro 2:24, Hebreos 12:2, Filipenses 2: 6-8) pero resucitó y esto queda aún reservado para nosotros (Juan 11: 25-26, Juan 6:40, Apocalipsis 20:11-15). Entonces podemos estar de acuerdo que todo hombre ha de morir después de pasar algún tiempo ya sea tarde o temprano y el no querer pensar en este tema no evita que vaya a ocurrir pero sí podemos dejar muchos o pocos problemas por resolver. Veamos los siguientes versículos:
 
Romanos 5:12-14 Traducción en lenguaje actual (TLA)
12 El primer pecado en el mundo fue la desobediencia de Adán. Así, en castigo por el pecado, apareció la muerte en el mundo. Y como todos hemos pecado, todos tenemos que morir. 13 Antes de que Dios diera la ley, todo el mundo pecaba. Pero cuando no hay ley, no se puede acusar a nadie de desobedecerla. 14 Sin embargo, los que vivieron desde Adán hasta Moisés tuvieron que morir, porque pecaron, aun cuando su pecado no fue la desobediencia a un mandato específico de Dios, como en el caso de Adán. En algunas cosas, Adán se parece a Cristo.

 
Los versículos anteriores nos enseñan que la muerte apareció en el mundo por causa del pecado de un hombre pero también encontramos en la biblia lo siguiente:
 
1 Corintios 15:45 Traducción en lenguaje actual (TLA)
45 La Biblia dice que Dios hizo a Adán, y que Adán fue el primer hombre con vida. Pero Cristo, a quien podemos llamar el último Adán, es un espíritu que da vida.

 
Jesús es quien da ahora vida al hombre que se encuentra bajo el poder del pecado y la muerte (Isaías 53:5-6) Jesús triunfó sobre el poder de la muerte y nos capacita para que nosotros hagamos igual. Veamos los siguientes versículos:
 
Juan 3:3-5 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

 
En los versículos anteriores nos encontramos con una analogía y quien la recibe es Nicodemo que no estaba preparado para entenderla o no quería aceptar lo equivocado que estaba con lo relacionado a la forma en que vivía y así también hoy en día muchos son quienes tampoco saben lo que hacen con el tiempo del que disponen. En estos versículos lo que se nos explica en breve es que es necesario cambiar nuestra forma de hacer, pensar y actuar haciendo un cambio profundo, entiéndase “nacer de nuevo” como negar lo que hemos sido hasta el momento (Mateo 16:24).
 
Ahora tenemos claro que hay quienes no piensan en “el reino de Dios” donde se encuentra la vida eterna debido a que como Nicodemo los asuntos espirituales les son incomprensibles por tanto es de suponer que a los asuntos inmediatos relacionados con la muerte tampoco les prestan la suficiente atención. Aquí algunas sugerencias que el rey Ezequías probablemente necesitaba meditar ante su muerte anunciada:
 
  • No dejar deudas. Los familiares sufren con los acreedores y en algunas partes del mundo se toman muchas libertades dentro y fuera de la ley.
  • Dar a conocer su testamento y cualquier posible cambio en vida. No es bueno dejar a la imaginación de familiares lo que creen les pueda pertenecer.
  • Ordenar nuestras finanzas para que en vida no nos falte  qué comer ni dónde vivir, así implique no dejar nada a nadie. Esto no es malo, en ocasiones los “familiares y amigos” se acercan después de la muerte a “ayudar” pero no estuvieron cuando se les necesitaba.
  • Prepararnos para nuestro encuentro con Dios (Lucas 12:16-21)
 
Nuestra fé en Jesús nos prepara tanto para saber vivir como morir, la vida tiene un propósito hermoso que es servir a Dios. La muerte es algo inevitable que nos acerca al juicio y luego la vida eterna (Filipenses 1:21-23, Romanos 2:12, Hebreos 9:27).
 
Si al igual que el rey Ezequías has recibido una pésima noticia o conoces a alguien que está en esta situación lo mejor es prepararse y no preocuparse, luego ponte a orar que quizá al igual que con el rey Ezequías sea Dios quien te escuche (2 Reyes 20: 5-6) y decida prolongar tus años, pero primeramente la voluntad de Dios sea cumplida.
 
Salmos 48:14 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
14 Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; Él nos guiará aun más allá de la muerte.
 

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