En estos tiempos, está de moda lo que llamamos redes sociales. Y la gente se vuelca en ellas muchas horas a lo largo del día buscando saber más de esas personas con las que guarda alguna interacción como la familia y amigos. Pero, por otro lado, tenemos quienes desean descubrir todos los aspectos de la vida de personas a las que no conocen. Convirtiéndose así en admiradores de artistas o personas que consideran son exitosas y quizá tienen lo que ellos quisieran.

 

Esto va más allá de los niños o adolescentes y también los padres buscan que estos tengan lo que ellos no han alcanzado. Lo que no es malo. Unos buenos padres buscan proyectar a los hijos a la siguiente meta de donde ellos pudieron llegar. Así se esfuerzan por darles una educación, traerlos bien vestidos de ser posible, procurarles algún deporte. Y, no sabiendo en muchas ocasiones qué es el éxito en la vida, entonces los padres toman como modelo lo que los medios de comunicación (como lo son el cine y el internet) nos venden.

 

Pero, deténgase a pensar un momento si los valores que promueven estos medios son realmente lo que desea ver en sus hijos. Observe que toda la maquinaria de la mercadotecnia promueve fantasías e ilusiones que son de carácter directamente materialista y hedonista.

 

La cultura de la apariencia y los placeres está dañando seriamente a nuestra generación porque no pone límites al deseo por obtener estas cosas. A esto, sumemos que cada vez se hace más énfasis en vivir con el mínimo esfuerzo. Entonces se llegan a producir algunas situaciones como las siguientes.

• Jóvenes abandonando la escuela.
• Adultos que no pueden conservar un trabajo.
• Abuelos manteniendo a duras penas los caprichos de los anteriores.

En esta cadena familiar algo se ha enseñado mal por décadas. ¿Será acaso que nunca entendieron cómo triunfar en la vida? Entonces veamos algunos elementos que nos permitan encontrar la dirección correcta para así alcanzar el éxito, distinguiendo primero lo que no lo es.

 

EN LAS RIQUEZAS NO SE ENCUENTRA. Veamos el siguiente versículo:

Marcos 8:36 Traducción en lenguaje actual (TLA)

De nada sirve que una persona gane todo lo que quiera en el mundo, si al fin de cuentas pierde su vida.

 

Podemos entenderlo de dos maneras: la primera es que es poco probable que al morir nos hagan un funeral estilo de los faraones y con nosotros en el sepulcro depositen todas nuestras pertenencias. Antes, los familiares las reclamarán, empezando con los terrenos que aún estaban en disputa, que le pertenecían a la abuela. La segunda opción está en aquellos que se esfuerzan por atesorar fortunas y convierten su vida en una lucha sin descanso, incluso llegando a enfermarse hasta la muerte. En cualquiera de los dos casos, dichas riquezas solo habrán durado algunos cuantos años. Y, tendremos que afrontar el resto de la eternidad sin ellas y con las consecuencias de lo que hayamos hecho para lograrlas.

 

EN LA APARIENCIA Y LOS PLACERES NO SE ENCUENTRA. Veamos el siguiente versículo:

1 Juan 2:17 Palabra de Dios para Todos (PDT)

El mundo está llegando a su fin junto con los deseos que hay en él; pero el que hace lo que Dios quiere, vive para siempre.

 

Este versículo nos revela algo que durante mucho tiempo el hombre ha percibido. Y es que el mundo esta llegando a su fin. Siempre cambiando y descomponiéndose cada vez más el tejido social y con ello el comportamiento humano, y sus deseos cada cierto tiempo son más de perdición. No siempre es así, pero vemos precisamente que a quienes las multitudes aclaman en los medios del espectáculo por lo general llevan una vida de moral y ética ligera, acompañada de escándalos y, en ocasiones, de tragedia.

 

Dios no desea que nuestro paso por esta vida sea de entendimiento limitado a vivir solo en los deseos y apariencias. Él quiere que nuestras acciones diarias estén dirigidas a dejar huella en la eternidad. Aunque llegáramos a tener todas las riquezas y conocimiento del mundo lo que necesitamos realmente para sentirnos llenos y satisfechos es la salvación que proviene unicamente de Dios. Este es el éxito al que necesitamos aspirar y que nos llenará del gozo que el mundo no nos puede dar con todo lo que ofrece.

 

CONCLUSIÓN:

Por tanto, obtener todo lo que ofrece este mundo no es equivalente a éxito. Pues todo esto es pasajero y aún nos queda el resto de la eternidad. Triunfar en esta vida es irnos de aquí preparados para la siguiente. Es habernos alineado con los planes de Dios para nosotros. Pues su deseo es que pasemos la eternidad a su lado.

 

Proverbios 3:5-7 Traducción en lenguaje actual (TLA)

5 Pon toda tu confianza en Dios y no en lo mucho que sabes. 6 Toma en cuenta a Dios en todas tus acciones, y él te ayudará en todo. 7 No te creas muy sabio; obedece a Dios y aléjate del mal;