Ahora que la euforia de las fiestas decembrinas se siente lejana y han transcurrido más que los primeros "21 días" del año, hay quienes comienzan a pensar que han sido derrotados por sus propósitos de año nuevo. Por lo que, algunos se sentirán desanimados pero, otros tantos, decidirán entrar en negación. Y es que parece más sencillo decir: "al cabo ni lo quería", que: "lo intenté obtener y fracasé".

Tristemente, el autoengaño es fácilmente abrazado por muchos ante la más mínima decepción. Y, en ocasiones, nuestras personas más cercanas son cómplices de esto. Pero, sí usted sabe que hay un problema en su vida, le invitamos a leer qué dice Dios acerca de ello y, a esforzarse por corregirlo. Veamos el siguiente versículo:

Proverbios 28:13 Dios Habla Hoy (DHH)
Al que disimula el pecado, no le irá bien; pero el que lo confiesa y lo deja, será perdonado.

Nosotros podemos decidir, en cualquier momento de nuestra vida, dejarnos esclavizar por los malos hábitos (como normalmente llamamos al pecado) o, confesarlos a Dios, pedirle perdón y dejarlos para ser libres. Ahora, no estamos queriendo decir que es muy fácil cambiar nuestros patrones de conducta. Pero, con la ayuda de Dios, ciertamente es posible.

Desafortunadamente, muchos pasan toda su vida construyendo muros de negación. Se han repetido a sí mismos frases que los ayudan a sentirse cómodos con sus “situaciones personales”. Permítame ejemplificar esto con una situación de exceso de alimentación, ya que es uno de los temas más comunes entre los propósitos de año nuevo:

• Lo que hago no está mal / Soy de buen comer
• Así nací / Soy de huesos anchos
• Así me educaron / Mi familia tiene la culpa
• Tengo buena autoestima /  Acepto la enfermedad como parte de mi
• No puedo detenerme / La gula es más fuerte que yo
• Esto me hace feliz / Mi estado de ánimo depende de lo que como
• Esto es mi identidad / Sí cambio ahora, acepto que estuve equivocado toda mi vida

Al ejemplo anterior usted puede cambiarle el propósito por el que usted no ha podido lograr o no se ha atrevido a intentar. Ya sea hacer ejercicio, dejar el tabaco o el alcohol, hablar sin insultar, dejar de hacer trampa en la escuela o el trabajo, dejar de mentir y engañar o, dejar cualquier hábito dañino, tendrá una serie de "creencias” que le han permitido justificarlo. Sí usted se ha entrenado a sí mismo para creer ese tipo de afirmaciones, su camino de transformación será más complicado pero no se desanime, la biblia nos dice:

2 Timoteo 1:7 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

Dejar de mentirnos a nosotros mismos y aceptar la identidad con la que fuimos creados es el primer paso para renovarnos. No fuimos hechos para ser esclavos de todos nuestros deseos, al contrario, tenemos la capacidad de someterlos a nuestra voluntad.

• Podemos reflexionar antes de actuar
• Anticipar las consecuencias de nuestras decisiones
• Valorar los resultados que estas nos han traído en ocasiones pasadas.

Podemos entender que muchas de las dificultades que pasamos, son resultado directo de nuestro actuar. Y, sufriremos menos sí aceptamos que hemos creído, pensado, hablado y actuado mal (y nos esforzamos por cambiar), que sí seguimos cometiendo los mismos errores, la biblia nos dice:

Efesios 5:15-16 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
15 Esten, pues, muy atentos a la manera que tienen ustedes de comportarse, no como necios, sino como inteligentes. 16 Y aprovechen cualquier oportunidad, pues corren tiempos malos.

También nos hará falta dejar de buscar y escuchar a las personas aduladoras que han sido parte de nuestro autoengaño, cuyos halagos hemos usado para validar nuestra condición actual. No podemos continuar teniendo por consejeros a esos falsos amigos que acostumbran a "darnos por nuestro lado", que nos han incitado a sentirnos cómodos con nuestros comportamientos destructivos. Necesitamos distinguirlos de las amistades sinceras. Saber que, una persona que te aprecia te ayuda a crecer; que es aquella que, sin acusarte o insultarte, te confronta con tus errores y te apoya en tus esfuerzos por mejorar.

Proverbios 28:23 Traducción en lenguaje actual (TLA)
El tiempo te demostrará que vale más una crítica sincera que un elogio.