Si Jehová no edificare la casa: notas de predicación

domingo, 18 de mayo de 2025


El tema del día de hoy es acerca de la familia unida por acuerdos. Pasemos a analizar cómo es que funciona la sociedad. Esta se divide en estructuras complejas de gobernanza donde la jerarquía se impone. Aunque se habla de acuerdos en la toma de decisiones, usualmente nos encontramos con polarización de pensamientos y opiniones. Esto afecta el comportamiento social, derivando en problemas que permanecen sin solución por bastante tiempo.
 
1 – La familia sin acuerdos
Entonces, aquí es donde los valores que se comparten, las formas de actuar y los objetivos comunes nos permiten avanzar. Entre más miembros conforman la sociedad, lo anterior se vuelve más complejo, y lograr acuerdos no siempre significa que todos se encuentran convencidos plenamente. Ahora, usted puede pensar que en el núcleo de la sociedad —las familias—, los consensos son más fáciles de resolver. ¿Es esto así?
 
Cuando en una familia lo suficientemente estructurada los valores, el actuar y los objetivos son similares, ocurre que todos los integrantes se sienten en confianza, se saben considerados y cada quien conoce cuál es su rol en la estructura, sus obligaciones y resultados esperados. Entonces, el objetivo de cualquier familia que desea funcionar, entre otras cosas, es trabajar unida, sin ser forzados o malentendidos, en base a lo que hemos descrito. ¿Cómo lo conseguimos? Veamos los siguientes versículos donde todo está mal:
 
Proverbios 19:13 Traducción en lenguaje actual (TLA)
13 El hijo tonto arruina a su padre, y la mujer peleona poco a poco arruina al marido.
 
Proverbios 14:1 Traducción en lenguaje actual (TLA)
1 La mujer sabia une a su familia; la mujer tonta la desbarata.
 
Proverbios 21:9 Palabra de Dios para Todos (PDT)
9 Es mejor vivir en un rincón de la azotea, que en casa grande con mujer regañona.
 
Colosenses 3:19 Traducción en lenguaje actual (TLA)
19 Y ustedes los esposos deben amar a sus esposas y no ser groseros ni duros con ellas.

 
2 – La familia sin confianza
Valores:

Cualquier creyente no debería andar buscando evangelizar a su futura pareja que apenas tiene pocas semanas (o meses) congregándose. El sentido común y la madurez espiritual deberían emitir una alerta. No son pocos los creyentes que, después de casarse y hacer una gran fiesta, se descubren a sí mismos atrapados en una relación tóxica por forzar algo que era un capricho y no la voluntad de Dios (1 Corintios 7:13).
 
Actuar:
Nos llegamos a encontrar tanto hombres como mujeres que se dedican a orar de por vida, de manera sacrificada, para que su pareja cambie. Esto como resultado de redescubrirles ya casados como alguien distinto, algunos con vicios o conductas disruptivas. Realmente no estaban entregados a Dios; fue una actuación para conseguir “algo”, y después terminan sintiéndose acusados o expuestos. Ahora, menos quieren acudir a la congregación. Usted dirá que conoce algún caso de éxito donde Dios obra el milagro. Pues sí, alguno habrá, y por eso tenemos fe. Pero hay familias que se iniciaron mal, y no deberíamos tratar de hacer responsable a Dios de nuestras decisiones.
 
Objetivos:
Aquí es donde todo se desbarata. Si uno quiere servir a Dios y el otro no, se dará una situación donde uno jala del otro, y si hay hijos, estos se encontrarán —como de costumbre— copiando lo peor de los padres y repitiéndolo en la adultez, con algunas excepciones.
 
No todo está perdido. Veamos el siguiente versículo:
 
Lucas 19:10 – Traducción en lenguaje actual (TLA)
10 Yo, el Hijo del hombre, he venido para buscar y salvar a los que viven alejados de Dios.

 
El proceso de sanar a una familia puede ser lento y accidentado. Está dañada, y es necesario iniciar un proceso de acuerdos primeramente para restaurar el respeto y establecer límites. Quisiera decirle que toda su familia se terminará entregando a Cristo, pero lo principal es que usted no se pierda ni se aleje de Dios. Todo lo que ocurra después será resultado de las decisiones que tomó en el pasado y de la voluntad de Dios para su futuro. En una familia rota, el objetivo a corto plazo es recuperar la convivencia sana y no tratar de imponer nuestra opinión o creencia.
 
Conclusión:
Como creyentes queremos que nuestra familia se entregue a Dios, pero esto no puede ser una imposición. No es un proyecto individual, y los cambios no siempre son inmediatos. Usted no va a ganar ninguna alma para Cristo; toda obra de salvación le pertenece a Él y es realizada solo por Él.
 
Lo que podemos hacer es tomar decisiones con respecto a nuestra vida y renunciar a todo aquello que no contribuya en la dirección del Espíritu Santo.
 
¿Quiere ocuparse en algo? No trate de ser perfecto; deje espacio para que Dios también trabaje en usted. No deje de orar en privado cuando se trate de hablar de los problemas de su familia. En presencia de ellos, sea agradecido con Dios por tenerlos allí reunidos.
 
Salmos 127:1 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
1 Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia.
 
 

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