Todo lo puedo en Cristo, notas predicación
domingo, 28 de julio de 2024
Hoy hablaremos de cómo podemos sobreponernos al temor, por diferentes razones la gente a lo largo de la vida acumula distintas formas de temor que pueden estar justificadas pero que en ocasiones evitan que disfrutemos la vida. Se dice que los temores nos hacen escapar de situaciones que consideramos arriesgadas o peligrosas y para que esto llegue a ocurrir entonces debimos pasar por un proceso de acumulación de experiencias que nos advierten de un resultado a futuro que no será agradable.
Un ejemplo para entender esto sería pensar que en cierta ocasión estando de vacaciones en una hermosa playa un huracán se originó súbitamente llegando a lastimar a seres queridos y desde entonces visitar cualquier playa queda descartado llegando a sospechar que los huracanes no dejarán de aparecer en cada ocasión.
Estará de acuerdo que lo anterior es más cercano a un trauma pero la interpretación de las emociones en cada persona es distinta y de la misma manera el cómo nos llegan a afectar las experiencias. Los miedos acumulados dan origen a traumas, los temores tienen inicio en los miedos. Nuestro tiempo es breve pero ejemplificamos nuevamente ahora con el miedo a los perros que es más común que los huracanes, una gran parte de la población dentro de las ciudades convive con perros domésticos los cuales difieren demasiado con respecto al comportamiento de los lobos que son otro tipo de canino que muy difícilmente aun después de ser domesticado logrará abandonar el comportamiento de su naturaleza instintiva entonces por alguna razón hay gente que huye de cada perro que se encuentra en la calle aunque el animal se denote “alegre y juguetón” pero sus intuiciones lo hacen relacionarlo con algo más cercano a un lobo.
Cuando nuestros temores dominan, nuestra mirada al futuro siempre encontrará razones para deprimirnos y frenar la creatividad. Existe un nivel de miedo en cada persona que es natural y sano pero si cotidianamente nos sentimos ansiosos ante las expectativas esto resultará en nuestro desgaste emocional y nos hará prisioneros de la inseguridad. Veamos el siguiente versículo:
Salmos 27:1 Dios Habla Hoy (DHH)
27 El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién podré tener miedo? El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer?
El anterior versículo resulta hermoso para quienes pueden confiar en Dios pues se puede interpretar que la oscuridad interior que podamos experimentar jamás nos podrá poseer, también cita que el Señor es nuestro salvador y lo anterior resulta ser cierto desde la perspectiva del pecado que también nos hace llenarnos de temores pero además nos lleva a un lugar de tinieblas apartado de Dios (Colosenses 1:12-13) “El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer?”.
El temor nos hace llegar a sentir débiles y derrotados debido a la impotencia por nuestra parte de encontrar una solución y constantemente estar huyendo pero no estamos en esta lucha interior solos. Veamos el siguiente versículo:
Salmos 27:14 Dios Habla Hoy (DHH))
14 ¡Ten confianza en el Señor! ¡Ten valor, no te desanimes! ¡Sí, ten confianza en el Señor!
Si bien los creyentes puede que en algún momento experimenten el temor esto no significa que se tiene que quedar atrapado en este “lugar”. Confiando en el Señor no te dejes hundir en la depresión por situaciones de las cuales no tienes control alguno, aquí es donde necesitas ceder a la autoridad de Dios lo que mejor te convenga y por otro lado continuar esforzándote hasta descubrir qué propósito se encuentra escondido al final de esta lucha que estás llevando. ¡Haz tu parte!.
Filipenses 4:13 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Un ejemplo para entender esto sería pensar que en cierta ocasión estando de vacaciones en una hermosa playa un huracán se originó súbitamente llegando a lastimar a seres queridos y desde entonces visitar cualquier playa queda descartado llegando a sospechar que los huracanes no dejarán de aparecer en cada ocasión.
Estará de acuerdo que lo anterior es más cercano a un trauma pero la interpretación de las emociones en cada persona es distinta y de la misma manera el cómo nos llegan a afectar las experiencias. Los miedos acumulados dan origen a traumas, los temores tienen inicio en los miedos. Nuestro tiempo es breve pero ejemplificamos nuevamente ahora con el miedo a los perros que es más común que los huracanes, una gran parte de la población dentro de las ciudades convive con perros domésticos los cuales difieren demasiado con respecto al comportamiento de los lobos que son otro tipo de canino que muy difícilmente aun después de ser domesticado logrará abandonar el comportamiento de su naturaleza instintiva entonces por alguna razón hay gente que huye de cada perro que se encuentra en la calle aunque el animal se denote “alegre y juguetón” pero sus intuiciones lo hacen relacionarlo con algo más cercano a un lobo.
Cuando nuestros temores dominan, nuestra mirada al futuro siempre encontrará razones para deprimirnos y frenar la creatividad. Existe un nivel de miedo en cada persona que es natural y sano pero si cotidianamente nos sentimos ansiosos ante las expectativas esto resultará en nuestro desgaste emocional y nos hará prisioneros de la inseguridad. Veamos el siguiente versículo:
Salmos 27:1 Dios Habla Hoy (DHH)
27 El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién podré tener miedo? El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer?
El anterior versículo resulta hermoso para quienes pueden confiar en Dios pues se puede interpretar que la oscuridad interior que podamos experimentar jamás nos podrá poseer, también cita que el Señor es nuestro salvador y lo anterior resulta ser cierto desde la perspectiva del pecado que también nos hace llenarnos de temores pero además nos lleva a un lugar de tinieblas apartado de Dios (Colosenses 1:12-13) “El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer?”.
El temor nos hace llegar a sentir débiles y derrotados debido a la impotencia por nuestra parte de encontrar una solución y constantemente estar huyendo pero no estamos en esta lucha interior solos. Veamos el siguiente versículo:
Salmos 27:14 Dios Habla Hoy (DHH))
14 ¡Ten confianza en el Señor! ¡Ten valor, no te desanimes! ¡Sí, ten confianza en el Señor!
Si bien los creyentes puede que en algún momento experimenten el temor esto no significa que se tiene que quedar atrapado en este “lugar”. Confiando en el Señor no te dejes hundir en la depresión por situaciones de las cuales no tienes control alguno, aquí es donde necesitas ceder a la autoridad de Dios lo que mejor te convenga y por otro lado continuar esforzándote hasta descubrir qué propósito se encuentra escondido al final de esta lucha que estás llevando. ¡Haz tu parte!.
Filipenses 4:13 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
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