El tema del día de hoy es acerca de la necesidad que tenemos de hacer un cambio. A lo largo de la vida experimentamos cambios, es imposible decir que cada día somos los mismos, las personas que no desean cambiar se resisten a seguir creciendo e incurren en un estancamiento de carácter intelectual, social y espiritual, la resistencia al cambio puede ocurrir de manera natural cuando alcanzamos un área de comodidad que nos permite experimentar seguridad.

Todos deseamos experimentar seguridad en la familia, el trabajo, en las calles y en todo aquello que deseamos que nunca cambie, pero nuestro mundo está en constante cambio y no podemos evitar que el tiempo prosiga y las personas cambien, así como las estaciones del año lo hacen, las estrellas y su posición, pero también habrá otros aspectos que cambiarán con el pasar del tiempo en relación a nosotros:

• La edad
• Las fuerzas
• La salud
• La mentalidad
• Las metas
• Los ideales

Por otro lado para los creyentes también existen cosas que nunca cambian como lo expresan los siguientes versículos:

Romanos 6:23 Traducción en lenguaje actual (TLA)
23 Quien sólo vive para pecar, recibirá como castigo la muerte. Pero Dios nos regala la vida eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor.

Juan 8:44 Dios Habla Hoy (DHH)
44 El padre de ustedes es el diablo; ustedes le pertenecen, y tratan de hacer lo que él quiere. El diablo ha sido un asesino desde el principio. No se mantiene en la verdad, y nunca dice la verdad. Cuando dice mentiras, habla como lo que es; porque es mentiroso y es el padre de la mentira.

En el primer versículo se habla acerca de la relación entre quien vive para pecar y la muerte, esto resulta realmente importante debido a que en la actualidad existen quienes tratan de reinterpretar las escrituras a conveniencia y aun hay quienes llegan a poner en duda su validez. La palabra de Dios no cambia pero algunas congregaciones pretenden modernizarse en la interpretación al suavizar la enseñanza, de igual manera en el mismo versículo nos encontramos que “Dios nos regala la vida eterna por medio de Cristo Jesús” y esto no puede llegar a ser de otra manera (Romanos 3:20, Romanos 3:27, Romanos 3:28).

En el segundo versículo que es de un carácter mucho más fuerte, nos habla de la esencia del diablo, lo que ha sido desde el principio y que ha conocido la verdad pero no puede mantenerse en esta ni proclamarla, lo cual nos encontramos que en la actualidad hay quienes lo defienden como una fuente del conocimiento aunque está claro que solo habla mentiras y hay quienes se han dejado llevar por estas.

Entonces podemos decir que por un lado están quienes no desean cambiar uno o varios aspectos en su vida y están también quienes desean un cambio radical pero no saben por dónde comenzar (Efesios 4:14). Veamos el siguiente versículo:

Gálatas 6:7-8 Traducción en lenguaje actual (TLA)
7 No crean ustedes que pueden engañar a Dios. Cada uno cosechará lo que haya sembrado. 8 Si seguimos nuestros malos deseos, moriremos para siempre; pero si obedecemos al Espíritu, tendremos vida eterna.

Nuevamente vemos en el versículo anterior que hay algo que no cambia, nadie puede engañar a Dios y luego se nos dice “Cada uno cosechará lo que haya sembrado” lo cual resulta muy claro en su explicación del mismo versículo: si usted espera ser bendecido de parte de Dios pero anda en malos caminos lo que le espera es la muerte eterna. Usted necesita entender en este punto que cada día que vivimos de manera indirecta estamos sembrando y en algún momento llegará el tiempo de cosechar.

El amor de Dios por nosotros no cambia y esta verdad es así de simple, nosotros necesitamos empezar a observarnos en nuestro caminar diario y reconocer que no lo estamos haciendo bien, que deliberadamente pecamos y nos olvidamos de aquel que lo ha dado todo por nosotros. Si usted está dispuesto a cambiar y olvidar todo aquello que lo hace sentir seguro y lo mantiene amarrado al pecado, hoy es un buen día para acudir a Cristo.

Romanos 5:8 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.