Tendrán nuevas fuerzas, notas predicación
domingo, 10 de marzo de 2024
El tema del día de hoy es acerca de dónde encontrar nuestra fortaleza, todos sin excepción encontraremos límites y cansancio en algún momento de nuestras vidas como resultado de estar expuestos a las dificultades del exceso de trabajo y las enfermedades. Para algunos de nosotros es posible que desde hace tiempo estos estados se hayan convertido en una constante.
Salmos 23:4 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Las anteriores palabras son muy conocidas y si como creyente nunca las escuchó mencionar entonces vale la pena memorizarlas. En ellas no se da la promesa de que mejorará en algún momento la situación pero establecen que es Dios mismo quien nos acompaña en las dificultades. Pensemos por un momento que la buena compañía, las sabias palabras y un hombro donde llorar es más que suficiente para retomar fuerzas y continuar. Veamos los siguientes versículos:
Eclesiastés 4:11-13 Dios Habla Hoy (DHH)
11 Además, si dos se acuestan juntos, uno a otro se calientan; pero uno solo, ¿cómo va a entrar en calor? 12 Uno solo puede ser vencido, pero dos podrán resistir. Y además, la cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente.
La cuerda de tres hilos
No es difícil imaginar el contexto de lo anterior, por tanto es de suma importancia que a lo largo de la vida elijamos sabiamente con quien “asociarnos”, algunas dificultades se simplifican con tan solo desamarrar al hilo que no sirve de apoyo.
Al hablar de la cuerda de tres hilos quisiéramos que usted entienda que no basta el apoyo de una persona cuando está ausente la palabra de Dios, con tantos motivadores en redes sociales y “evangelistas de la prosperidad” nos resulta imperativo decirle que nuestra confianza nunca se debe depositar en hombres que muestran credenciales, sabiduría o poder, solo Dios tiene el control en cada aspecto de lo que ocurrirá en nuestro futuro y es Él a quien debemos toda gratitud así no lleguen a ocurrir los resultados que esperamos con nuestras oraciones (salmos 146:3).
En este punto usted puede sentirse desanimado a continuar confiando en Dios, pero su sola presencia nos debe hacer cambiar de opinión pues Él está atento para darnos lo que realmente necesitamos y no lo que deseamos (Mateo 28:20). Veamos el siguiente versículo:
Juan 16:33 Dios Habla Hoy (DHH)
33 Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.
Dios nos ha dado la salvación y cualquier otra cosa buena que podamos recibir de Él es ganancia, si se siente desanimado, sin claridad de ideas, agotado y alcanzando sus límites físicos y emocionales entonces quizá está luchando solo contra la adversidad que le aflige. Es este el momento en que aun en la escasez debería acercarse a Él (Hebreos 13:5). Nuestra fortaleza como creyentes se encuentra en saber confiar en nuestro Dios en medio de ese sentimiento de desánimo y soledad que experimentamos, nos está preparando para la victoria, entonces lo invitamos a continuar orando como quien confía y que se agarre a una promesa.
Isaías 40:31 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
- Los padres de familia que esforzándose por disminuir las dificultades de la existencia a los hijos llegan a tomar oficios por demás complicados en lugares de mucho sol, humedad o ambientes laborales no adecuados para que sus hijos puedan vestir, descansar y dormir con el estómago lleno.
- Quienes cuidan a un enfermo es otro ejemplo de dificultades que se pueden prolongar por días y hasta años, la economía frágil de llevar los gastos en enfermedades complicadas suele ser un factor de peleas familiares al no hallar cómo seguir solventando otras necesidades.
Salmos 23:4 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Las anteriores palabras son muy conocidas y si como creyente nunca las escuchó mencionar entonces vale la pena memorizarlas. En ellas no se da la promesa de que mejorará en algún momento la situación pero establecen que es Dios mismo quien nos acompaña en las dificultades. Pensemos por un momento que la buena compañía, las sabias palabras y un hombro donde llorar es más que suficiente para retomar fuerzas y continuar. Veamos los siguientes versículos:
Eclesiastés 4:11-13 Dios Habla Hoy (DHH)
11 Además, si dos se acuestan juntos, uno a otro se calientan; pero uno solo, ¿cómo va a entrar en calor? 12 Uno solo puede ser vencido, pero dos podrán resistir. Y además, la cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente.
La cuerda de tres hilos
No es difícil imaginar el contexto de lo anterior, por tanto es de suma importancia que a lo largo de la vida elijamos sabiamente con quien “asociarnos”, algunas dificultades se simplifican con tan solo desamarrar al hilo que no sirve de apoyo.
Al hablar de la cuerda de tres hilos quisiéramos que usted entienda que no basta el apoyo de una persona cuando está ausente la palabra de Dios, con tantos motivadores en redes sociales y “evangelistas de la prosperidad” nos resulta imperativo decirle que nuestra confianza nunca se debe depositar en hombres que muestran credenciales, sabiduría o poder, solo Dios tiene el control en cada aspecto de lo que ocurrirá en nuestro futuro y es Él a quien debemos toda gratitud así no lleguen a ocurrir los resultados que esperamos con nuestras oraciones (salmos 146:3).
En este punto usted puede sentirse desanimado a continuar confiando en Dios, pero su sola presencia nos debe hacer cambiar de opinión pues Él está atento para darnos lo que realmente necesitamos y no lo que deseamos (Mateo 28:20). Veamos el siguiente versículo:
Juan 16:33 Dios Habla Hoy (DHH)
33 Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.
Dios nos ha dado la salvación y cualquier otra cosa buena que podamos recibir de Él es ganancia, si se siente desanimado, sin claridad de ideas, agotado y alcanzando sus límites físicos y emocionales entonces quizá está luchando solo contra la adversidad que le aflige. Es este el momento en que aun en la escasez debería acercarse a Él (Hebreos 13:5). Nuestra fortaleza como creyentes se encuentra en saber confiar en nuestro Dios en medio de ese sentimiento de desánimo y soledad que experimentamos, nos está preparando para la victoria, entonces lo invitamos a continuar orando como quien confía y que se agarre a una promesa.
Isaías 40:31 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
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