Sean amables y considerados, notas predicación.
domingo, 19 de febrero de 2023
El tema del día de hoy es acerca del perdón y aunque es un tema recurrente entre los creyentes no resulta fácil de asimilar en la práctica. La naturaleza actual del hombre para fines prácticos digamos que está dividida en dos. Veamos los siguientes versículos:
Romanos 8:5-6 Reina-Valera 1960(RVR1960)
5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
Están quienes claramente son carnales y luego los que son del Espíritu, usted junto con su familia acude a la iglesia y NO por criticar pero sabe que quienes allí se reúnen no siempre están a cuentas (entregados) con Dios. Quizá algún miembro de su familia o usted resultan ser el personaje por quienes más de algún hermano se desvela en oración pensando en su arrepentimiento.
Somos complicados en nuestros pensamientos, nos cuesta en ocasiones ser amables y por muchos factores no logramos que todos nos puedan amar aun con nuestros defectos. Pero esta predicación no es para tratar de convencer a los NO creyentes a buscar algo de bondad, arrepentimiento o empatía en nosotros, más bien es para que los SÍ creyentes reflexionemos acerca de la indiferencia de nuestra conducta a la falta de perdón desde la perspectiva de la biblia y quizá conseguir que más de uno recapacite en lo que damos por hecho de saber de este tema.
Existen varios elementos que se presentan ya sea en una familia o una iglesia que nos permiten saber el estado de salud en el que se encuentran como equipo de trabajo y porque no decirlo también sobre el amor que se profesan. Lo que vemos en la biblia es lo siguiente:
Nos enseña que se frecuentaban y por tanto llegaban a conocer de las necesidades y problemas que vivían en lo cotidiano dando paso a orar. No olvidemos que la oración es platicar con Dios sobre nuestras alegrías y tristezas.
En el segundo punto:
Podemos ver que frecuentaban un mismo sitio. Tu núcleo familiar es el lugar que más llegas a frecuentar. “Hay amigos que no son amigos, y hay amigos que son más que hermanos. (Proverbios 18:24 RVC)”. Con “suerte” la iglesia donde nos reunimos ha logrado llegar a ser un lugar de refugio para usted encontrando paz y descanso junto con otros “hermanos” que también sufren esta sociedad que se convulsiona enferma de dolencias y pecados.
En el tercer punto:
Lograron experimentar la empatía por las necesidades de otros hermanos. Hoy en día vemos con tristeza que aun los pastores de algunas iglesias se victimizan en necesidades inexistentes reclamando salarios por un trabajo que no realizan con diligencia y roban de las ofrendas que dicen se destinarán a ayudar al verdaderamente necesitado. La iglesia primitiva se esforzaba en que todos sus miembros trabajaran con el mismo propósito (2 Tesalonicenses 3:10) y no para que algunos se enriquecieran ilícitamente (Apocalipsis 3:17).
Entonces podemos decir de los tres puntos anteriores en su lado negativo que tienen en común la infidencia, el egoísmo y el pecado. Que son lo que está destruyendo a las familias de nuestro tiempo y a la iglesia. Pero por muchos que puedan ser los problemas que nos llegan a separar si aun está de manera sincera Cristo en medio de entre nosotros todo encontrará una solución. Veamos los siguientes versículos:
Mateo 18:15-17 Nueva Versión Internacional (NVI)
15 »Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano. 16 Pero, si no, lleva contigo a uno o dos más, para que “todo asunto se resuelva mediante el testimonio de dos o tres testigos”. 17 Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y, si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como si fuera un incrédulo o un renegado.
Los versículos anteriores se aplican a la familia de la iglesia pero en cierta manera también se pueden trasladar al hogar del creyente. La idea principal es reconciliarse con quien se encuentre en alguna falta, mas no ser partícipe de su pecado. En la iglesia o en su núcleo familiar en ocasiones se presentan problemas que se necesitan resolver inmediatamente y encontramos en estos versículos que no es necesario soportar o esconder la falta de un hermano pero de ser posible tratar las diferencias evitando que se genere un problema mayor. Veamos el siguiente versículo:
Proverbios 18:21 Palabra de Dios para Todos (PDT)
21 Lo que uno habla determina la vida y la muerte; que se atengan a las consecuencias los que no miden sus palabras.
Está por demás explicar el versículo anterior pero sabemos que en las iglesias hay un mal generalizado que le llamaremos “chisme” y usted en su mente ponga la palabra que más se ajuste. Somos buenos para juzgar a otras personas y en verdad necesitamos aprender a pensar cada palabra, luego de ser posible hablar poco y eficazmente (Marcos 11:25-26).
Cuando la iglesia en lugar de reunirse a orar se transforma en el noticiero local podemos decir que no difiere de una reunión social de no creyentes. Existe un nivel de autocrítica que tenemos que hacer para generar cambios, toda reunión de oración que no nos transforme y nos invite al perdón NO es de Dios.
Queremos ser claros en lo siguiente: perdonar no es conformarse a ser destruidos por otra persona, perdonamos para poder mantener nuestra relación de santidad con Dios y nuestras oraciones no sean estorbadas con odios y resentimientos que nos atormenten. Mas debemos decir que en casos de abuso si el otro interlocutor se dice creyente y NO abandona una clara situación de pecado entonces “trátalo como si fuera un incrédulo o un renegado.”
Por último, como creyentes decimos que el Espíritu Santo nos llena y gobierna ¿Usted cree que pueda este albergar odios o resentimientos? Si usted ha comprendido este mensaje quizá sea el momento que perdone a alguien o que usted sea perdonado, no pierde nada con intentar y puede ganar mucho. En el mundo existen diferentes posturas ideológicas que llamaremos irreconciliables, pero en la familia de la Iglesia que está en Cristo no hay lugar para divisiones, ni contiendas.
Efesios 4:31-32 Palabra de Dios para Todos (PDT)
31 Quítense de ustedes toda amargura, ira y enojo, gritos, calumnias y malicia. 32 Sean amables y considerados unos con otros, y perdónense como Dios los ha perdonado a través de Cristo.
Romanos 8:5-6 Reina-Valera 1960(RVR1960)
5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
Están quienes claramente son carnales y luego los que son del Espíritu, usted junto con su familia acude a la iglesia y NO por criticar pero sabe que quienes allí se reúnen no siempre están a cuentas (entregados) con Dios. Quizá algún miembro de su familia o usted resultan ser el personaje por quienes más de algún hermano se desvela en oración pensando en su arrepentimiento.
Somos complicados en nuestros pensamientos, nos cuesta en ocasiones ser amables y por muchos factores no logramos que todos nos puedan amar aun con nuestros defectos. Pero esta predicación no es para tratar de convencer a los NO creyentes a buscar algo de bondad, arrepentimiento o empatía en nosotros, más bien es para que los SÍ creyentes reflexionemos acerca de la indiferencia de nuestra conducta a la falta de perdón desde la perspectiva de la biblia y quizá conseguir que más de uno recapacite en lo que damos por hecho de saber de este tema.
Existen varios elementos que se presentan ya sea en una familia o una iglesia que nos permiten saber el estado de salud en el que se encuentran como equipo de trabajo y porque no decirlo también sobre el amor que se profesan. Lo que vemos en la biblia es lo siguiente:
- La iglesia antigua se reunían siempre a orar (Hechos 1:14).
- Se reunían en el mismo sitio (Hechos 2:1).
- Pensaban y sentían de la misma manera (Hechos 4:32).
Nos enseña que se frecuentaban y por tanto llegaban a conocer de las necesidades y problemas que vivían en lo cotidiano dando paso a orar. No olvidemos que la oración es platicar con Dios sobre nuestras alegrías y tristezas.
En el segundo punto:
Podemos ver que frecuentaban un mismo sitio. Tu núcleo familiar es el lugar que más llegas a frecuentar. “Hay amigos que no son amigos, y hay amigos que son más que hermanos. (Proverbios 18:24 RVC)”. Con “suerte” la iglesia donde nos reunimos ha logrado llegar a ser un lugar de refugio para usted encontrando paz y descanso junto con otros “hermanos” que también sufren esta sociedad que se convulsiona enferma de dolencias y pecados.
En el tercer punto:
Lograron experimentar la empatía por las necesidades de otros hermanos. Hoy en día vemos con tristeza que aun los pastores de algunas iglesias se victimizan en necesidades inexistentes reclamando salarios por un trabajo que no realizan con diligencia y roban de las ofrendas que dicen se destinarán a ayudar al verdaderamente necesitado. La iglesia primitiva se esforzaba en que todos sus miembros trabajaran con el mismo propósito (2 Tesalonicenses 3:10) y no para que algunos se enriquecieran ilícitamente (Apocalipsis 3:17).
Entonces podemos decir de los tres puntos anteriores en su lado negativo que tienen en común la infidencia, el egoísmo y el pecado. Que son lo que está destruyendo a las familias de nuestro tiempo y a la iglesia. Pero por muchos que puedan ser los problemas que nos llegan a separar si aun está de manera sincera Cristo en medio de entre nosotros todo encontrará una solución. Veamos los siguientes versículos:
Mateo 18:15-17 Nueva Versión Internacional (NVI)
15 »Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano. 16 Pero, si no, lleva contigo a uno o dos más, para que “todo asunto se resuelva mediante el testimonio de dos o tres testigos”. 17 Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y, si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como si fuera un incrédulo o un renegado.
Los versículos anteriores se aplican a la familia de la iglesia pero en cierta manera también se pueden trasladar al hogar del creyente. La idea principal es reconciliarse con quien se encuentre en alguna falta, mas no ser partícipe de su pecado. En la iglesia o en su núcleo familiar en ocasiones se presentan problemas que se necesitan resolver inmediatamente y encontramos en estos versículos que no es necesario soportar o esconder la falta de un hermano pero de ser posible tratar las diferencias evitando que se genere un problema mayor. Veamos el siguiente versículo:
Proverbios 18:21 Palabra de Dios para Todos (PDT)
21 Lo que uno habla determina la vida y la muerte; que se atengan a las consecuencias los que no miden sus palabras.
Está por demás explicar el versículo anterior pero sabemos que en las iglesias hay un mal generalizado que le llamaremos “chisme” y usted en su mente ponga la palabra que más se ajuste. Somos buenos para juzgar a otras personas y en verdad necesitamos aprender a pensar cada palabra, luego de ser posible hablar poco y eficazmente (Marcos 11:25-26).
Cuando la iglesia en lugar de reunirse a orar se transforma en el noticiero local podemos decir que no difiere de una reunión social de no creyentes. Existe un nivel de autocrítica que tenemos que hacer para generar cambios, toda reunión de oración que no nos transforme y nos invite al perdón NO es de Dios.
Queremos ser claros en lo siguiente: perdonar no es conformarse a ser destruidos por otra persona, perdonamos para poder mantener nuestra relación de santidad con Dios y nuestras oraciones no sean estorbadas con odios y resentimientos que nos atormenten. Mas debemos decir que en casos de abuso si el otro interlocutor se dice creyente y NO abandona una clara situación de pecado entonces “trátalo como si fuera un incrédulo o un renegado.”
Por último, como creyentes decimos que el Espíritu Santo nos llena y gobierna ¿Usted cree que pueda este albergar odios o resentimientos? Si usted ha comprendido este mensaje quizá sea el momento que perdone a alguien o que usted sea perdonado, no pierde nada con intentar y puede ganar mucho. En el mundo existen diferentes posturas ideológicas que llamaremos irreconciliables, pero en la familia de la Iglesia que está en Cristo no hay lugar para divisiones, ni contiendas.
Efesios 4:31-32 Palabra de Dios para Todos (PDT)
31 Quítense de ustedes toda amargura, ira y enojo, gritos, calumnias y malicia. 32 Sean amables y considerados unos con otros, y perdónense como Dios los ha perdonado a través de Cristo.
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