Den gracias al Señor, notas predicación

domingo, 11 de diciembre de 2022


Estamos próximos al fin de año y es tiempo de empezar a reflexionar en cómo lo terminaremos. Cada persona se expresará según sus experiencias y mientras algunos se arrepienten de decisiones tomadas están también quienes expresan gratitud por los resultados obtenidos. Hoy trataremos el tema de la gratitud en el creyente y cómo en estas fechas se exterioriza su deformación.
 
En fechas próximas a la navidad en muchas partes del mundo las calles, comercios y casas se tapizan de adornos y luces, la economía se mueve en estanterías y mercados, “es tiempo de gastar y compartir”. Perdón, quizá la forma correcta de expresar esta época sería incluir los conceptos de amar, cantar y ser bondadoso pero toda la mercadotecnia que acompaña a estas fechas da como pretexto que aun los que se hacen llamar creyentes —¿serán solo algunos?— se vean motivadas sus acciones por el materialismo y la diversión.
 
Como en todo existen las excepciones y están quienes en estas fechas las toman como un periodo de reflexión espiritual —¿serán la mayoría?— Existen necesidades espirituales que llegamos abandonar a lo largo del año y que deberíamos atender antes de comenzar el siguiente. La navidad puede resultar un buen momento para atenderlas pero lo que termina ocurriendo es que para muchos creyentes estas fechas llegan a ser un motor de distracciones de lo realmente importante. ¿Cómo llega a pasar esto? Veamos los siguientes versículos:
 
Lucas 18:11-12 Dios Habla Hoy (DHH)
11 El fariseo, de pie, oraba así: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás, que son ladrones, malvados y adúlteros, ni como ese cobrador de impuestos. 12 Yo ayuno dos veces a la semana y te doy la décima parte de todo lo que gano.”

 
En los versículos anteriores nos encontramos a un hombre que de alguna forma expresa su retorcida forma de estar agradecido con Dios expresándose de la siguiente manera “no soy como los demás”. Si aún le cuesta entender el contexto entonces explicaremos las generalidades y confiaremos en que usted las profundice, dos formas de entender la vida vemos aquí.
  • Gratitud a Dios por lo que hacemos y logramos por nosotros.
  • Gratitud a Dios por lo que Él nos da de continuo.
En el primer punto hay quienes no lo ven como un problema pero si que lo hay, estos versículos pertenecen a una parábola narrada por Jesús y el personaje es un fariseo que en algún sentido muy general ejemplifica a los creyentes y la actitud que llegan a asumir quiza despues de muchos años de conocer las escrituras. Con todo y lo que dice la biblia acerca de que no podremos ganar el reino de Dios por nuestro esfuerzo (Efesios 2:8-9) todo el tiempo tenemos “creyentes” que no les basta la gracia y realizan esfuerzos casi sobrehumanos pensando muy interiormente que Dios les pondrá en un mejor lugar (Lucas 9:46-48, Mateo 20:20-28 ).
 
En el versículo once de Lucas nos encontramos con un hombre que siente desprecio por otros “no soy como los demás, que son ladrones, malvados y adúlteros, ni como ese cobrador de impuestos”. El fariseo no expresó sentirse dolido por la gente que se encuentra extraviada en la delincuencia y otras formas de pecado, pero aún más concretamente su pensamiento se centró en alguien muy próximo “ni como ese cobrador de impuestos”. Muy similar a lo que muchos creyentes terminan pensando muy ocultamente en las fiestas navideñas.
 
Cuando los creyentes se sienten felices de acudir a la iglesia todo el año sin faltar y allí comenzar el siguiente sin haber hecho el esfuerzo de ganar una alma para Cristo en todos esos días se terminan comportando como el ejemplo que describe Jesús. Estas son palabras fuertes pero hay que decirlas, creyentes que viven todos sus días como si la gracia de Dios fuera exclusivamente dada para ellos y con celo no quieren que nadie más la experimente. Lea en su mente nuevamente los versículos de Lucas 18:11-12 y verifique si esto le incomoda después de lo explicado.
  • La gratitud a Dios se expresa ganando almas para Cristo y teniendo compasión.
Veamos los siguientes versículos:
 
Lucas 18:13-14 Dios Habla Hoy (DHH)
13 Pero el cobrador de impuestos se quedó a cierta distancia, y ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!” 14 Les digo que este cobrador de impuestos volvió a su casa ya justo, pero el fariseo no. Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.»

 
En el versículo trece nos encontramos con una persona que se sabe en pecado y se encontraba en este lugar buscando la compasión Dios, no se distraía observando a otras personas presentes y sus posibles fallos, no ocultó su situación personal y tampoco la trató de disfrazar para hacer espectáculo en una oración rebuscada. Vemos simples palabras de arrepentimiento profundo dirigidas a quien le puede dar el perdón “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!”. Y fue perdonado sin complicaciones.
 
En el versículo catorce se nos dice “el fariseo no” él regresaría a la seguridad de su casa guardando su religiosidad y continuaría haciendo su vida como siempre: ayunando dos veces a la semana y dando su diezmo sin falta, pero viviendo en el autoengaño de ser justo y diferente. Muchos son los “creyentes” que participan activamente en las iglesias (cantantes, diáconos, pastores) pero que no experimentan ningún cambio interior, tienen una relación con Dios solo de apariencias, espectáculos y señalamientos.
 
Pero si ha llegado hasta aquí y Dios le ha hablado entonces hay esperanzas. Al igual que el cobrador de impuestos tiene la oportunidad de salir cambiado al buscar la presencia de Dios. ¿Tiene pena por sus pecados? Ore a Dios en lo privado donde solo Él le escuche y confiese sus pecados más profundos sin tratar de justificar nada, descargue su corazón que Dios es justo y sabrá entenderle y perdonarle. Entonces podrá reconocer en qué consiste el verdadero agradecimiento de la cruz de Cristo y la relación con las festividades de fin de año.
 
1 Crónicas 16:34 Palabra de Dios para Todos (PDT)
34 Den gracias al Señor, porque él es bueno; su fiel amor durará por siempre.
 

Buscar un tema

Entradas populares

2 Corintios 4:7 (TLA)

Tenemos este tesoro en vasijas de barro para demostrar que este extraordinario poder que obra en nuestra vida no viene de nosotros, sino de Dios.

Redes sociales

Enlace para tu celular