Tiempos difíciles se viven a nivel mundial mientras que países y comunidades intentan volver a una “normalidad”. Quizá nosotros pausamos muchas de nuestras actividades y como cristianos nos encontramos desorientados ¿En qué podíamos ocuparnos mientras el mundo continuaba a la deriva?

• La moralidad corrompida en la sociedad.
• Multitudes sufriendo por falta de consuelo.
• La “bancarrota” espiritual precisamente en nuestras iglesias.

Estos temas son recurrentes y alguno o todos nos deberían ocupar, en cada siglo a través de la historia se han dado momentos muy oscuros a los que como sociedad nos tenemos que enfrentar y en cada uno de estos instantes la oportunidad de sembrar el evangelio se hace evidente. Aunque a nivel personal podemos estar experimentando grandes tribulaciones debemos pedir en oración a Dios por su auxilio y confiar. Veamos los siguientes versículos:
 
2 Corintios 6:1-2 Dios Habla Hoy (DHH)
1 Ahora pues, como colaboradores en la obra de Dios, les rogamos a ustedes que no desaprovechen la bondad que Dios les ha mostrado. 2 Porque él dice en las Escrituras: «En el momento oportuno te escuché; en el día de la salvación te ayudé.» Y ahora es el momento oportuno. ¡Ahora es el día de la salvación!
 
Todo cristiano es un colaborador en la obra de Dios que la sociedad, las multitudes sufriendo y nuestras iglesias hoy necesitan. La cuestión es que no sabemos en qué ocuparnos, mientras que el mundo se está hundiendo en desesperación los cristianos se quedan callados, sin accionarse. Esta plática la he tenido antes (entre cristianos) “Hermano ... ¿A quién le predicamos si nadie viene?”. Veamos el siguiente versículo:
 
Romanos 3:11 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
11 No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios.
 
Este versículo nos señala la condición humana del no creyente y por lo cual no busca a Dios. Trataré de explicarlo de manera más directa hoy en día la “bancarrota” espiritual de muchas iglesias se inicia por centrarse en entretener cristianos en vez de ir a buscar a quienes aún no tienen a Dios en sus vidas para evangelizarlos. Pensemos en Jesús que recorría grandes distancias para ir a buscar al necesitado (Juan 6). Pero hoy en día como cristianos nos resistimos a mandar un mensaje o hacer una llamada desde el teléfono para no incomodar. Seamos claros, haga la llamada aunque sea una vez, de preferencia ore antes por la salvación o socorro de esa alma, al final todo dependerá de Dios.
 
Nuevamente surgen los pretextos: Pero hermano ¿qué tal si no me contestan el teléfono? Es muy difícil resolver todas las dudas porque siempre surgirá un obstáculo pero queremos señalar que entre más problemática hay en este mundo habrá más gente hambrienta de escuchar la palabra de Dios y si usted como creyente tiene algo de pan que dar entonces es momento de compartir.
 
Está muy claro que los cristianos debemos observarnos y hacer una crítica responsable con respecto a nuestras congregaciones que en ocasiones han llegado a funcionar como un club social o familiar de entretenimiento cuando en realidad deberíamos ser de ayuda al necesitado. Necesitamos cambiar nuestro enfoque con respecto a la sociedad que necesita el mensaje de la palabra de Dios. Veamos el siguiente versículo:
 
Juan 4:35 Dios Habla Hoy (DHH)
35 Ustedes dicen: “Todavía faltan cuatro meses para la cosecha”; pero yo les digo que se fijen en los sembrados, pues ya están maduros para la cosecha.
 
Hoy en día necesitamos cambiar nuestro enfoque como hemos dicho previamente, sean cuatro meses o años por delante los que faltan por venir en medio de varias dificultades por enfermedades o conflictos globales es tiempo de cosechar. Si tú no predicas entonces ¿esperas que alguien más lo haga? Los otros creyentes están pensando lo mismo. Veamos el siguiente versículo:
 
Juan 4:36 Dios Habla Hoy (DHH)
36 El que trabaja en la cosecha recibe su paga, y la cosecha que recoge es para vida eterna, para que tanto el que siembra como el que cosecha se alegren juntamente.
 
Tenemos algo más que añadir y es que si usted es colaborador de la obra de Dios y recibe paga (salario) pero no cosecha (buscar al necesitado sin doble intención) entonces es tiempo de ponerse a cuentas con Dios y corregir sus acciones porque hay en juego la vida eterna de muchos. Otra opción es ponerse a sembrar y dejar que otros cosechen.
 
Nuestra invitación es para todo aquel que ha aceptado a Cristo en su vida si hubo un momento donde colaboraba con la obra de Dios y se ha alejado por alguna circunstancia entonces esta es la hora a la que Dios le ha llamado no espere para accionarse y retome el llamado que Dios puso en usted.