No tener miedo de nada, notas predicación

domingo, 5 de septiembre de 2021


Todos los días en diferentes partes del mundo llegamos a vivir situaciones complicadas. Ya sea que se escuche hablar de guerras, inundaciones, fuego o alguna otra cosa, la realidad de nuestros tiempos es cruel y nos encontramos en una etapa de cambios. Hay quienes se preparan día con día para los nuevos acontecimientos quizá guardando agua purificada, comida o incluso migrando.

En ocasiones llegamos a pensar que el huir de un país será la solución a todos nuestros males pero necesitamos reflexionar sobre aquellas cosas que llevamos en nuestro interior y que no quedarán atrás. Podemos cambiar continuamente de casa, trabajo o escuela pero algunas emociones y decisiones nos acompañarán hasta que nosotros decidamos observar y corregir los problemas de temperamento y continuo pecado que los ocasionan. En esto solo Dios nos puede socorrer.

Mientras seguimos estudiando el libro de Éxodo, nos encontramos con un pueblo que en el pasado necesitaba de la salvación que solo Dios puede proveer. Veamos el siguiente versículo:

Éxodo 13:14 La Palabra (BLP)
14 Y cuando tu hijo te pregunte el día de mañana: “¿Qué significa esto?”, le responderás: “El Señor, con su gran poder, nos sacó de Egipto donde vivíamos como esclavos.

Es maravilloso pensar que le podemos enseñar a nuestros hijos que Dios es soberano y se preocupa por rescatarnos con su gran poder de nuestra esclavitud. Pero más sorprendente llega a resultar poner en contexto su propósito. Y esto es debido a que en ocasiones nos resistimos a comprender que ya no somos esclavos de una situación en concreto porque Dios nos quiere usar en algo grande.

Aunque Dios disponga de una columna de nube por el día y otra de fuego por la noche para protegernos y guiar nuestro camino, seremos nosotros quienes decidan si caminar en su voluntad o permanecer dando vueltas en el desierto de la vida por años. Precisamente por esto, hay quienes malgastan muchos años de su vida sin lograr avanzar casi nada hacia alguna promesa que Dios les tenía preparada.

En aquella época remota el pueblo hebreo, ya estando fuera de Egipto, seguía sin comprender el propósito por el cual Dios los rescató. Por lo que en su interior algunos llegaron a pensar que esta no era la voluntad de Dios sino la de Moisés. Cuando descuidamos la oración y la meditación de la palabra, es muy fácil voltear al frente y pensar que quien está más adelante seguro ha de controlar “la columna de nube y de fuego”. Ponga atención, absolutamente nadie gobierna la voluntad de nuestro Dios soberano. Veamos los siguientes versículos:

Éxodo 14:5-9 La Palabra (BLP)
5 Cuando comunicaron al rey de Egipto que el pueblo había huido, el faraón y sus cortesanos cambiaron de parecer con respecto a los israelitas, y se dijeron: “¿Qué es lo que hemos hecho? Hemos dejado marchar a los israelitas, quedándonos sin mano de obra”. 6 Entonces el faraón mandó preparar inmediatamente su carro y reunió a su ejército: 7 los seiscientos carros mejor equipados y el resto de los carros de Egipto, con sus correspondientes capitanes.
8 Y el Señor hizo que el faraón, el rey de Egipto, se obstinase en perseguir a los israelitas que habían partido en plan de vencedores.
9 Los egipcios con todo su ejército, con carros y caballería, salieron a perseguir a los israelitas y les dieron alcance en el lugar donde estaban acampados, a orillas del mar, junto a Pi Ajirot, frente a Baal Sefón.

En los anteriores versículos podemos ver un ejemplo de que aunque en ocasiones nos alejemos de los problemas y en apariencia estemos siguiendo la voluntad de Dios, los problemas pueden buscarnos. Ya sea que algunas personas del pueblo hebreo pensaran que era la voluntad de Moisés la que los guiaba, o que comprendieran que  era el mismo creador del universo quien iba al frente, el pasado de su vida esclava los perseguía y tenia nombre “Faraón”.

¿Cuál es el nombre de aquello que te esclaviza y te persigue?
  • Vicios.
  • Emociones.
  • Inmoralidad.
  • Otra cosa.
A tus amigos de fiesta y pecado no les hará ninguna gracia que un día decidas alejarte de ellos porque tu has sido llamado a ser “pueblo escogido”. En una situación normal llegarán hasta la puerta de tu casa y te invitarán a salir una última vez y quizá con ello decidas mejor no abandonarlos (los seiscientos carros de Faraón se trasformarán en las razones para continuar con ellos). Pero déjame decirte que cualquier situación de pecado demanda que te alejes completamente de todo aquello que te pueda hacer regresar a practicarlo. Veamos el siguiente versículo:

Éxodo 14:12-13 Dios Habla Hoy (DHH)
12 Esto es precisamente lo que te decíamos en Egipto: “Déjanos trabajar para los egipcios. ¡Más nos vale ser esclavos de ellos que morir en el desierto!”
13 Pero Moisés les contestó: —No tengan miedo. Manténganse firmes y fíjense en lo que el Señor va a hacer hoy para salvarlos, porque nunca más volverán a ver a los egipcios que hoy ven.

El versículo doce representa el miedo a abandonar esa vida pasada de sufrimiento por una vida futura de obediencia a Dios que no les representaba en ese momento alguna ventaja.

En el versículo trece los egipcios del antiguo testamento representaban para el pueblo hebreo la fuerza de la esclavitud.

Si nuestro camino es guiado por el Señor, este nos llevará a abandonar el pecado y Él mismo se pondrá entre nosotros y las situaciones de peligro más horribles que nos podamos imaginar.  Es normal sentir inseguridad al pasar por una etapa de transición pero si sabes que es el creador del universo quien te ha llamado al cambio, entonces puedes confiar en que será Él quien dé la solución. Por tanto necesitamos ser valientes, mantenernos firmes fijando nuestra mirada en lo que Dios proveerá para que nosotros no volvamos a los viejos hábitos que nos tenían cautivos.

Salmos 23:4 Traducción en lenguaje actual (TLA)
4 Puedo cruzar lugares peligrosos y no tener miedo de nada, porque tú eres mi pastor y siempre estás a mi lado; me guías por el buen camino y me llenas de confianza.


Buscar un tema

Entradas populares

2 Corintios 4:7 (TLA)

Tenemos este tesoro en vasijas de barro para demostrar que este extraordinario poder que obra en nuestra vida no viene de nosotros, sino de Dios.

Redes sociales

Enlace para tu celular