No debo dejar que nada me domine, notas predicación

domingo, 8 de agosto de 2021


Existen situaciones que nos pueden atar, es decir, que no nos permiten ser o hacer algo que realmente deseamos. Quizá alguna vez te has sentido así. Esto puede llegar a limitar tu potencial verdadero, pero Dios hoy quiere que aprendas a reconocer estas situaciones para que puedas ser verdaderamente libre. Te invito a seguir leyendo nuestro resumen.

Nos encontramos estudiando el libro de Éxodo y en este momento nos encontramos en las primeras plagas. Y, siendo que es una historia bastante conocida, al menos las enumeraremos en esta ocasión:
  • Antes de las plagas el agua se convierte en sangre. (Éxodo 7:19)
  • A continuación, aparecen ranas por doquier. (Éxodo 8:2)
  • Luego aparecen los piojos. (Éxodo 8:16)
  • Finalmente, llegan las moscas. (Éxodo 8:21)
En cada ocasión que el personaje llamado Faraón concedía que el pueblo de Israel saliera de Egipto a adorar a Dios, terminaba retractándose. ¿Por qué ocurría esto? En la biblia se nos habla en distintos momentos que este actuaba a manera de terquedad (algunas biblias citan las palabras “endurecía su corazón”). Si esto lo analizamos superficialmente, con respecto a la economía de aquel tiempo, podríamos suponer que, para el Faraón, la mano esclava representaba capital de inversión.

Aunque, el pueblo de Israel no era la única mano esclava. Por tanto, tratando de entender el contexto bíblico, encontramos que el Faraón simplemente no quería demostrar debilidad. Existe otro personaje que en cuanto a terquedad y acciones de poderío actúa aun de manera más agresiva, a este le llamamos Satanás. Y te preguntarás qué relación guarda con el tema del día de hoy.

Satanás es un personaje que insiste en contradecir la voluntad de Dios y trata de oprimir a quienes buscan servirle. Existen personas que tratando de acercarse a Dios, pero siendo esclavos de distintos pecados, un día Satanás les afloja la cadena para que se sientan libres y caminen, pero no los deja ir muy lejos. El Faraón en la biblia, sin ser Satanás, al final pretendía dejar ir al pueblo de Israel sin realmente liberarlos, solamente hacerles creer que habían ganado. Veamos el siguiente versículo:

Éxodo 8:28 Palabra de Dios para Todos (PDT)
Entonces el faraón dijo: —Los dejaré libres para que puedan ofrecerle sacrificios a su Dios el SEÑOR en el desierto, pero no se vayan muy lejos. ¡Ahora vayan y oren por mí!


Hoy en día tenemos gente que asiste a las iglesias pero que están más comprometidos con las costumbres del mundo que con los principios cristianos. De tal manera que, aunque acuden a “adorar al Señor”, su pecado, como una cadena, no los deja realmente involucrarse en una verdadera adoración o servicio al Señor.

Para el pueblo de Israel no sería suficiente salir de Egipto para adorar a Dios. Recordemos que estuvieron por 400 años viviendo allí. Y muchas de las costumbres y cultura, con todo lo bueno y malo, sería parte de sus vidas. Por tanto, si realmente se querían comprometer a adorar a Dios, tenían que alejarse de aquello que los contaminaba.

En la vida cristiana ocurre algo similar cuando encontramos que alguien dice querer entregar su vida a Cristo pero no se aleja lo suficiente de los lugares que lo contaminan o que lo llevan a practicar pecados o hábitos que desagradan a Dios. Por ejemplo, alguien me decía continuamente: “Hermano, haga oración por mí, para que deje el alcohol” y mi respuesta siempre fue: “Con gusto lo haré, pero usted ya no se acerque a las cantinas”.

Un verdadero creyente se “consagrará” a Dios. Con esto queremos decir que sus pensamientos y acciones estarán encaminadas a agradar de en todo a nuestro creador. Veamos el siguiente versículo:

Gálatas 1:4 Palabra de Dios para Todos (PDT)
Jesús entregó su vida para librarnos de nuestros pecados según el deseo de Dios nuestro Padre para rescatarnos de esta época de maldad en que vivimos.


En el versículo anterior encontramos claramente que Jesús no se guardó nada para si. Lo invitamos a no mal interpretar estas palabras, porque el fanatismo y la consagración son cosas distintas. El fanatismo por lo regular no tolera otras formas de pensamiento, mientras que la consagración es una decisión a nivel personal que busca diferenciar en nuestros pensamientos la manera en que realmente conviene vivir, sin necesidad de imponerse a otras personas. Veamos el siguiente versículo:

Romanos 12:2 Dios Habla Hoy (DHH)
No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.


Si tu situación actual es que te sientes oprimido o esclavizado por una situación personal, y estás luchando interiormente por acercarte a Dios, entonces quizá aún te falta experimentar “algunas plagas”. Con esto queremos decir que en cuanto a lo que llamamos pecado no siempre resulta fácil alejarse, pero es peor quedarse en donde te encuentras.

Permite que Dios te lleve a donde quiera su voluntad y tu entrégate a conocer su palabra, la cual te hará verdaderamente libre.

1 Corintios 6:12 Dios Habla Hoy (DHH)
Se dice: «Yo soy libre de hacer lo que quiera.» Es cierto, pero no todo conviene. Sí, yo soy libre de hacer lo que quiera, pero no debo dejar que nada me domine.


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