El tema del día de hoy es distinguir entre ser y aparentar ser creyente. Existen varias razones por las cuales todo creyente necesita manifestar una conducta ejemplar a través del paso en esta vida, no solo se trata de cuidar lo que hablamos, vemos y escuchamos sino de comprender la razón para que de manera natural surja el deseo de querer hacer y no caer en una actuación. Veamos el siguiente versículo:
 
1 Pedro 2:11 Dios Habla Hoy (DHH)
11 Queridos hermanos, les ruego, como a extranjeros de paso por este mundo, que no den lugar a los deseos humanos que luchan contra el alma.
 
En el versículo anterior el apóstol Pedro se dirige a un grupo de gente llamándolos “hermanos” y “extranjeros”. Sabemos que a los miembros de una congregación el vínculo que nos une es Cristo y no la sangre que fluye en nuestras venas y aunque no seamos familiares llegamos a desarrollar una alta estima por aquellos que comparten nuestra fe y así mismo Pedro deseaba que su audiencia lo supiera pero inmediatamente después los compara con la palabra “extranjeros” y esta tiene un significado profundo debido a que en aquellos tiempos quienes se sumaban a la congregación llegaron en ocasiones a recibir el rechazo de la familia y amigos (Hebreos 11:13).
 
Ser creyente de Cristo en tiempos remotos era motivo de burlas, rechazo y persecución, por tanto quienes decidieron seguirle se llegaban a sentir como ajenos a lo que la conducta social marcaba como normal. Quizá alguna vez usted ha experimentado la sensación de no encajar, no estar cómodo en cierto lugar debido a que las conductas y lo que se habla no son acorde con lo que usted hace y piensa, esta sensación de NO pertenencia es correcta por parte de quienes se hacen llamar creyentes.
 
Con frecuencia ocurre que aun los creyentes para poder “llevar el pan a la mesa de sus casas” terminan mezclados en alguna forma con las costumbres actuales que no son conforme al corazón de Dios. Dice el versículo “no den lugar a los deseos humanos que luchan contra el alma”, todos los creyentes en algún momento tenemos que tomar decisiones para mantenernos separados de lo que el mundo, las modas y nuevas costumbres nos quieren imponer y normalizar. El mundo cambia y nosotros nos tenemos que adaptar pero sin perder de vista a nuestro salvador Cristo como el ejemplo que vence al mundo (Juan 16:33).
 
En la biblia podemos encontrar distintos ejemplos de personajes que tropezaron en la fe y luego se levantaron, también de quienes se supieron mantener firmes y evitar las tentaciones de lo que el mundo puede ofrecer. ¿En qué lado se encuentra usted? Quizá no medita frecuentemente al respecto pero sus familiares y amigos NO creyentes sí lo hacen, lo observan y en ocasiones es usted el motivo de sus pláticas.
 
Aunque no tengamos la intención en alguna forma siempre terminaremos influyendo en la opinión de otras personas y si usted piensa que con encerrarse en su casa esto lo resolvería pues esta acción también es una forma de influir nada positiva. Mientras que en el mundo hay quienes van y vienen por la vida aparentando que no les importa la opinión de nadie, para nosotros los creyentes es motivo de salvación hacer en todo momento de la manera correcta. Veamos el siguiente versículo:
 
1 Pedro 2:12 Dios Habla Hoy (DHH)
12 Condúzcanse bien entre los paganos. Así ellos, aunque ahora hablen contra ustedes como si ustedes fueran malhechores, verán el bien que ustedes hacen y alabarán a Dios el día en que él pida cuentas a todos.
 
El versículo anterior nos habla que ahora hay quien habla en contra de los creyentes, quizá señalando una forma de fanatismo por no ir a sus fiestas, por no reirnos de sus bromas obscenas o simplemente por tratar de ser distintos buscando condiciones más sanas de vida (Amós 5:14-15). Pero nosotros necesitamos apreciarnos como embajadores del evangelio, así de importante necesita ser nuestra identidad siendo entonces que quizá ganemos así alguna alma (2 Corintios 5:20).
 
Ser o parecer creyente se diferencia, entre hacer lo que se debe conforme a la palabra de Dios o tan solo hablar correctamente con conocimiento. Acudir a congregarse no es suficiente aunque podamos memorizar el sermón, si hay luz dentro de nosotros esta debería alcanzar para brillar fuera (Mateo 5:16).
 
Filipenses 3:20 Palabra de Dios para Todos (PDT)
20 En cambio, nuestra patria está en el cielo y de ahí estamos esperando que venga el Salvador, Nuestro Señor Jesucristo.