Jehová es bueno: notas de predicación.
domingo, 1 de junio de 2025
El tema del día de hoy es acerca de aprender a confiar. Por esta ocasión, dividamos las relaciones humanas en lo social, profesional y personal. Todo esto lo podemos llegar a construir con el pasar del tiempo. Dependiendo con quiénes nos asociemos, podemos hablar de aspectos que esperamos, como son el respeto, la honestidad y la reciprocidad. Entonces, la confianza puede crecer al tener buenas experiencias con los puntos anteriores o esfumarse. Aprender a relacionarnos y encontrar con quién hacerlo es algo que resulta cada vez más complejo. ¿Cómo podemos conseguirlo?
1 – La confianza mutua
Hablar de valores mutuos que nos permitan establecer mecanismos de confianza puede llegar a ser una tarea dentro del hogar. Por ejemplo, los padres enseñan a los hijos ciertas conductas aceptables, donde lo que debemos perseguir no consiste únicamente en poder confiar en que obedezcan, sino en que ellos también puedan sentirse empáticos con nuestras palabras y acciones. Con el pasar de los años, la familia llega a respirar un aire de confianza cuando los acuerdos de convivencia (respeto, honestidad y reciprocidad) reflejan una experiencia positiva entre todos los miembros.
Entre creyentes, pensaríamos que la confianza es algo que ocurrirá de manera natural, pero la experiencia nos dice que no estamos hechos de un material distinto. Las situaciones de la vida, heridas morales y espirituales han conseguido dañar lo que Dios creó perfecto. La confianza no surge de manera espontánea solo por socializar con otros creyentes. Debería ser así, pero la decadencia que se ha infiltrado aun en las congregaciones no lo permite. No descuide a sus hijos y observe incluso a quienes les acompañan dentro y fuera de la iglesia. En este punto, dar tiempo a las relaciones es la mejor manera de ganarse la confianza. Veamos los siguientes versículos:
Salmos 1:2 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
Marcos 1:35 Dios Habla Hoy (DHH)
35 De madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y salió de la ciudad para ir a orar a un lugar solitario.
Salmos 5:3 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
3 Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.
En los versículos anteriores podemos ver cómo una relación con Dios requiere de buscarle continuamente, y lo mismo ocurre cuando alguien significa algo para nosotros: tendremos que dedicarle tiempo.
2 – Efectos de la confianza
Cuando la confianza llega a ser mutua, muchas de las interacciones se facilitan, porque se sobreentiende que todo lo que se está por realizar o se habla es de mutuo beneficio. En el entorno laboral, con bastante frecuencia, nos encontramos con gente que “colecciona” amistades para obtener beneficios en algún periodo de tiempo. Lamentablemente, lo mismo ocurre en las congregaciones, donde todos desean encajar en un ambiente de cooperación que se considera de confianza, y en ocasiones nos encontramos con gente que busca crear conexiones emocionales y afectivas profundas para conseguir ganar la confianza de quienes espera poder explotar.
No queremos decir con lo anterior que es malo confiar en la gente. Tenemos que aprender a saber en quién confiar y discernir quiénes solo desean usarnos. Las consecuencias emocionales y espirituales del daño que nos pueden causar pueden orillarnos a experimentar inseguridad, resentimiento, y, si no sabemos cómo manejar nuestras emociones, se puede producir un daño que se reflejará constantemente con desconfianza hacia todos quienes busquen entablar una relación con nosotros. ¿En quién podemos confiar? Veamos el siguiente versículo:
Juan 16:33 Dios Habla Hoy (DHH)
33 Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.
Podrás iniciar muchas amistades en tu vida, y algunas resistirán el paso del tiempo. Vendrán problemas económicos, angustia, depresión y enfermedad. Debido a esto, algunas de esas pocas amistades se alejarán. Mantener la confianza en quienes realmente son recíprocos se volverá una prioridad. Jesús te conoce, no te abandonará y quiere que encuentres paz en Él.
Conclusión:
La confianza no es algo que ocurra de manera automática; el tiempo y las experiencias mutuas nos permiten fortalecerla o perderla. Recuerde que el respeto, la honestidad y la reciprocidad son fundamentales para relacionarse y construirla. No todas las personas merecen su confianza.
Aun en la congregación, la confianza necesita ser generada intencionalmente. No seamos ingenuos, pero aprendamos a perdonar y a mirar como ejemplo a Cristo, quien, sabiendo que sería traicionado, eligió amar.
Las relaciones humanas pueden llegar a fallar, pero Dios siempre nos traerá la paz que necesitemos. Cultivemos esta relación con Él, que nos permita mantenernos sanos mental y espiritualmente, pero no ingenuos ante un mundo cambiante.
Nahúm 1:7 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
7 Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.
1 – La confianza mutua
Hablar de valores mutuos que nos permitan establecer mecanismos de confianza puede llegar a ser una tarea dentro del hogar. Por ejemplo, los padres enseñan a los hijos ciertas conductas aceptables, donde lo que debemos perseguir no consiste únicamente en poder confiar en que obedezcan, sino en que ellos también puedan sentirse empáticos con nuestras palabras y acciones. Con el pasar de los años, la familia llega a respirar un aire de confianza cuando los acuerdos de convivencia (respeto, honestidad y reciprocidad) reflejan una experiencia positiva entre todos los miembros.
Entre creyentes, pensaríamos que la confianza es algo que ocurrirá de manera natural, pero la experiencia nos dice que no estamos hechos de un material distinto. Las situaciones de la vida, heridas morales y espirituales han conseguido dañar lo que Dios creó perfecto. La confianza no surge de manera espontánea solo por socializar con otros creyentes. Debería ser así, pero la decadencia que se ha infiltrado aun en las congregaciones no lo permite. No descuide a sus hijos y observe incluso a quienes les acompañan dentro y fuera de la iglesia. En este punto, dar tiempo a las relaciones es la mejor manera de ganarse la confianza. Veamos los siguientes versículos:
Salmos 1:2 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
Marcos 1:35 Dios Habla Hoy (DHH)
35 De madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y salió de la ciudad para ir a orar a un lugar solitario.
Salmos 5:3 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
3 Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.
En los versículos anteriores podemos ver cómo una relación con Dios requiere de buscarle continuamente, y lo mismo ocurre cuando alguien significa algo para nosotros: tendremos que dedicarle tiempo.
2 – Efectos de la confianza
Cuando la confianza llega a ser mutua, muchas de las interacciones se facilitan, porque se sobreentiende que todo lo que se está por realizar o se habla es de mutuo beneficio. En el entorno laboral, con bastante frecuencia, nos encontramos con gente que “colecciona” amistades para obtener beneficios en algún periodo de tiempo. Lamentablemente, lo mismo ocurre en las congregaciones, donde todos desean encajar en un ambiente de cooperación que se considera de confianza, y en ocasiones nos encontramos con gente que busca crear conexiones emocionales y afectivas profundas para conseguir ganar la confianza de quienes espera poder explotar.
No queremos decir con lo anterior que es malo confiar en la gente. Tenemos que aprender a saber en quién confiar y discernir quiénes solo desean usarnos. Las consecuencias emocionales y espirituales del daño que nos pueden causar pueden orillarnos a experimentar inseguridad, resentimiento, y, si no sabemos cómo manejar nuestras emociones, se puede producir un daño que se reflejará constantemente con desconfianza hacia todos quienes busquen entablar una relación con nosotros. ¿En quién podemos confiar? Veamos el siguiente versículo:
Juan 16:33 Dios Habla Hoy (DHH)
33 Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.
Podrás iniciar muchas amistades en tu vida, y algunas resistirán el paso del tiempo. Vendrán problemas económicos, angustia, depresión y enfermedad. Debido a esto, algunas de esas pocas amistades se alejarán. Mantener la confianza en quienes realmente son recíprocos se volverá una prioridad. Jesús te conoce, no te abandonará y quiere que encuentres paz en Él.
Conclusión:
La confianza no es algo que ocurra de manera automática; el tiempo y las experiencias mutuas nos permiten fortalecerla o perderla. Recuerde que el respeto, la honestidad y la reciprocidad son fundamentales para relacionarse y construirla. No todas las personas merecen su confianza.
Aun en la congregación, la confianza necesita ser generada intencionalmente. No seamos ingenuos, pero aprendamos a perdonar y a mirar como ejemplo a Cristo, quien, sabiendo que sería traicionado, eligió amar.
Las relaciones humanas pueden llegar a fallar, pero Dios siempre nos traerá la paz que necesitemos. Cultivemos esta relación con Él, que nos permita mantenernos sanos mental y espiritualmente, pero no ingenuos ante un mundo cambiante.
Nahúm 1:7 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
7 Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.
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